Sant Agustí vuelve a encender Felanitx

Los exteriores del templo presentaban un estado de ocupación por parte de una veintena de agentes de la Guardia Civil, además de la instalación de barreras de seguridad ante posibles incidentes. Unas medidas que volvieron a generar la indignación de los vecinos.

Pasadas las once y media, el público abarrotaba la plaza y los miembros de El Coso hacían acto de presencia con banderas independentistas. Algunos de sus miembros negociaron la entrada del palio en el recinto para cumplir con la tradición. Mientras, el ambiente se caldeaba ante la imposibilidad de disfrutar de la fiesta sin la necesidad de barreras ni tanta presencia policial.

Una vez acabada la misa, las autoridades, encabezadas por el alcalde Gabriel Tauler, la presidenta del Parlament, Margalida Duran; las conselleras Núria Riera y Catalina Soler y el resto de regidores del equipo de gobierno sufrieron un abucheo de los congregados y entre gritos de «Independència!», «Es doblers!» o «Fora les forces d'ocupació!». Los Cavallets, relegados a la zona derecha de la plaza, pudieron realizar sus bailes con la presencia de los Gegants y Capgrossos.

Sin palio

Las malas relaciones entre El Coso y el equipo de gobierno, tras las denuncias por los incidentes de hace tres años, provocaron que el palio se retirara al paso de las autoridades. Algunas de ellas sufrieron el lanzamiento de algún líquido. Quienes sí tuvieron el ‘honor' de pasar bajo palio fueron los Cavallets y su comitiva, mientras que se lamentó la ausencia del expárroco Llorenç Lladó quien, en los últimos años, es portado a hombros por los cosseros.