El TSJB concluyó el pasado mes de diciembre que, a pesar de ser suelo urbano, «el entorno de Formentor tiene unas características paisajísticas de primer orden que merecen preservarse» por lo que aplica el RD Legislativo 1/1992 que dispone que las edificaciones no pueden limitar el campo visual para contemplar las bellezas naturales». | Elena Ballestero

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Tres meses después de que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) anulara la licencia de obra del chalet del empresario Alfonso Cortina en Formentor, ordenando la demolición de lo construido, la propiedad ha registrado en el Ajuntament un proyecto de legalización que aplica medidas para paliar el impacto visual y paisajístico del inmueble sin necesidad de demoler la construcción.

El alcalde, Bartomeu Cifre (PP), confirmó el sábado la noticia a la vez que explicó que los técnicos realizarán ahora las mediciones sobre el terreno para comprobar si el empresario se excedió o no de la licencia concedida por el Consistorio a la hora de edificar su chalet.

Una vez concluyan las mediciones el Consistorio remitirá el expediente a la Comissió Balear de Medi Ambient para que se pronuncie sobre el impacto visual y paisajístico del proyecto de legalización y no incurrir así en los mismos errores que llevaron a la anulación judicial de la licencia.

Los magistrados concluyeron en diciembre que «la enorme envergadura de la construcción del caso, con la consiguiente deforestación, ocasiona un monumental impacto en el paisaje natural; y ese impacto no es simplemente instantáneo o momentáneo sino tan persistente que su mitigación se calcula, en el mejor de los casos... en un plazo de hasta diez años más».