Estas elecciones serán toda una incógnita por dos factores. Por una parte, la ausencia de las siglas del Partido Popular y, por otra, la fragmentación de la izquierda, con el PI como posible árbitro de la contienda.
El alcalde Montserrat Rosselló y su equipo del PP concurren con la agrupación de electores Partit per al Poble, decisión condicionada a la imputación de Rosselló y a que el código ético del PP no permite contar con candidatos en esta situación judicial.
La izquierda buscará por separado poner en jaque al Partit per al Poble. Jaume Català es el candidato de MÉS per Vilafranca, una lista que combina su experiencia con la juventud. Lluc Bauzà lidera a los Independents-Esquerra, que intentará conseguir representación municipal.
El PI apuesta por Sebastià Mesquida, actual edil de la Lliga, que intentará rentabilizar su pacto municipal con el PP de estos últimos cuatro años.
Con todo, el panorama está muy abierto. Aunque la ruptura de la izquierda puede propiciar una mayoría absoluta de Montserrat Rosselló, tampoco se descarta un resultado que abra la puerta a la vuelta del nacionalismo al poder municipal.
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La fragmentació de l'esquerra no és només una realitat a Vilafranca, ans també a les nostres Illes, a Espanya i arreu del món.