La presencia en Cala Sant Vicenç de zonas de posidònia, arena y rocal le confiere una gran diversidad.

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«La Cala Sant Vicenç recoge potencialmente todos los ambientes marinos posibles, hay zonas de posidònia, arena, roca... eso le otorga una gran diversidad pero la presión de los recreistas ha hecho que entre 0 y 40 metros de profundidad la fauna marina se haya marchado buscando profundidades mayores en las que se siente más protegida».

Joan Martorell, es el consultor ambiental de la Asociación de Vecinos de la Cala Sant Vicenç, principal visionario de un proyecto que pretende convertir su núcleo de población en una reserva marina de características únicas que sirva como principal motor de reconversión turística en la zona.

«La Cala Sant Vicenç recoge potencialmente todos los ambientes marinos posibles, hay zonas de posidònia, arena, roca... eso le otorga una gran diversidad pero la presión de los recreistas ha hecho que entre 0 y 40 metros de profundidad la fauna marina se haya marchado buscando profundidades mayores en las que se siente más protegida», afirma Martorell.

Representantes de los vecinos se reunieron esta semana con el alcalde de Pollença, Miquel Àngel March y el director general de Pesca del Govern, Joan Mercant, para analizar la viabilidad de un proyecto sobre el que el Ministerio de Medio Ambiente tendrá la última palabra.

«Hacer una reserva marina permitirá un cambio radical en el turismo que viene. Buscamos un turismo de naturaleza que venga todo el año, similar al que tienen las Mariñas en Coruña o las islas Medes en Catalunya», explica el secretario de la asociación vecinal, Xisco Mas.