Imagen de la sesión plenaria celebrada la semana pasada en Calvià. | PAM

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Un brindis al sol. Eso es lo que es la moción presentada por el grupo municipal Esquerra Oberta (EO) que aprobó el pleno del Ajuntament de Calvià la semana pasada, y en virtud de la cual el Consistorio adquiere el compromiso de asumir la gestión pública directa del servicio de recaudación. Puro voluntarismo, pues un informe del propio Ajuntament alerta de que la administración local calvianera no puede asumir la gestión tributaria y esta debe subrogarse a una empresa externa, tal y como ha ocurrido en los últimos 36 años con Balear de Datos y Procesos SA.

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El documento emitido el pasado 29 de diciembre, firmado por el gerente del Ajuntament, Cristobal Millán, la teniente de alcalde de Economía, Carmen Iglesias, el interventor municipal, Mateo Rigo, y el secretario de la Corporación, Juan Castañer advierte de que «la prestación del servicio por el propio Ajuntament parece del todo inviable desde el momento en que es la administración la que contrata el servicio al carecer de medios propios para su prestación». A renglón seguido, el informe también pone de manifiesto que para la óptima prestación del servicio es necesario un mínimo de 21 personas, «personal con una preparación específica en materia de recaudación y con el que el Ajuntament de Calvià no cuenta en estos momentos».

«Asimismo», prosigue el redactado, «el Ajuntament no dispone de los medios técnicos para la prestación del servicio al no contar con las plataformas infomáticas adecuadas para poder hacer toda la gestión con medios propios», concluye el informe municipal.