La ya exconcejala del Ajuntament de Selva, Antònia Rotger, reivindica junto a su hijo Jaume la oportunidad de compaginar la maternidad y la vida pública. | Elena Ballestero

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Que pese a las listas paritarias, la igualdad de género no existe en las administraciones públicas es algo más que evidente. Pero, ¿sabían ustedes que las concejalas no tienen derecho a una baja de maternidad? Si quieren dedicarse al cien por cien a sus hijos, deben renunciar al acta de regidor porque la ley no permite una sustitución temporal y obliga además a que el voto sea presencial.

El Ajuntament de Selva está dispuesto a cambiar las cosas. El último pleno municipal acordó por unanimidad instar al gobierno del Estado a que promueva los cambios legislativos necesarios que posibiliten la delegación del voto en los casos de bajas por maternidad, paternidad o enfermedades graves de las personas electas en las administraciones locales o la posibilidad de voto telemático.
Iniciativa por el cambio

La decisión unánime no era aleatoria. Coincidía con la sustitución de la número dos de Arrelam, Antònia Rotger, por Joan Coll. La razón: con un bebé de solo unas semanas Rotger no tuvo otra opción más que renunciar. «Para mí, tanto un bebé como la política necesitan que te dediques al cien por cien. Pedimos una sustitución temporal en el Ajuntament y que pudiera volver a incorporarme después y es cuando hemos visto que la ley no lo permite», dice Antònia Rotger.

«Debería estar regulado, realmente me quedé sorprendida. Si lo hubiera sabido igual ya ni me hubiera presentado en listas. Llego a pensar que a lo mejor es que no nos quieren a nosotras», dice Rotger.
Se da la circunstancia de que los tres primeros de la lista de Arrelam han sido padres en lo que va de legislatura. Así, Joan Coll, el nuevo regidor es el cuarto en la lista. El tercero también ha renunciado.
«Estaba trabajando con muchas ganas, con Toni Frontera nos hemos complementado muy bien y éramos un buen equipo. Mis compañeros saben que volveré el primer día que pueda», dice la ya exconcejal.

Antònia Rotger entiende la política como «una oportunidad de poder decir la tuya, de cambiar las cosas». «Todo el mundo debería estar un año en el Ajuntament para saber cómo funciona. Es fácil hablar desde fuera», añade.

Profesora en el CEIP Llevant de Inca y madre de dos hijos, Margalida (6 años) y Jaume, el recién nacido, Antònia Rotger se estrenó hace ahora un año como regidora aunque ya había ido en listas anteriormente con el PSM. Desde que prometió el cargo ha realizado una labor activa desde la oposición. Lleva el servicio público en la sangre de modo que, pese a su renuncia obligada explica que seguirá al pie del cañón. «Me voy pero no me voy. Sigo estando aquí para lo que necesiten y los compañeros saben que en cuanto pueda volveré».