Bernat Fiol, de GADMA, ante una parte de los restos de uralita arrojados en la Serra. | Antoni Pol

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El torrente de Almedrà, en el municipio de Alaró, ha aparecido con más de una tonelada de uralita.

Según la asociación ecologista GADMA, el autor o autores del vertido han cometido un delito ecológico, puesto que la uralita es un residuo altamente contaminante y peligroso para la salud pública. La uralita se arrojó en el camino de Son Ordines (el que conduce al Clot d’Almedrà desde Lloseta), cerca de la possessió s’Hort des Pont.

Este es un lugar protegido por la normativa urbanística y medioambiental, en la Serra de Tramuntana. Los escombros están esparcidos en un lateral de la vía y en el lecho del torrente.

El Ajuntament de Alaró informó este viernes de que el Govern, a través de un agente de medio ambiente, le puso al corriente de vertido. La Policía Local ha abierto una investigación para localizar a sus responsables. La alcaldesa, Aina Munar, añadió que como se trata de residuos contaminantes deberán ser retirados por una empresa especializada.

Bernat Fiol, de GADMA, calificó los hechos de «muy graves». «Hay que ser un desgraciado para ensuciar la tierra en la que vives», dijo.