Francisco Javier Serra y Pedro Fiol tras la barra de su bar. | Redacción Digital

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La Audiencia Provincial ha ratificado recientemente una sentencia que condena a los propietarios del bar Can Chus, en Santa Maria, a seis meses de cárcel, uno de inhabilitación para trabajar en el sector de la restauración, una multa de diez euros al día durante diez meses y 10.000 euros de indemnización por un delito de contaminación acústica. Los propietarios del bar fueron denunciados por un vecino que se quejaban del ruido que, según él, generaba la terraza del local.

«¿Cómo vamos a poder pagar la multa si la sentencia nos prohibe trabajar en los que nos da de comer?», pregunta Francisco Javier Serra, socio propietario del bar Can Chus junto a Pedro Fiol.

Ambos están en desacuerdo con la sentencia y la consideran «desproporcionada». Alegan que se estimaron pruebas «irregulares», como la del sonómetro, «realizada sin la presencia de un policía o notario», la de un vídeo que estaba «manipulado» o el informe médico «que no dice que el denunciante esté enfermo por culpa de la terraza».

Añaden que la sentencia puede crear «un precedente peligroso para el sector de la restauración». Más de 600 personas han mostrado su apoyo a Francisco Javier y Pedro a través de change.org.