La futura zona verde tiene una superficie total de 4.500 metros cuadrados que se encuentran comprendidos en el interior de una isleta de edificios. La intención municipal es abrir el espacio para que sea de interés general. Para ello, el Ajuntament derribará todas las edificaciones existentes, que están obsoletas y presentan un gran número de deficiencias, y dejará un paso de 25 metros de entrada a la zona pública desde la plaza Mallorca. Con este trámite, el Consistorio también elimina el uso residencial del espacio que preveía un edificio de cuatro plantas y solo contemplará una construcción que se destinará a equipamiento público para que acoja dependencias municipales.
El precio de expropiación asciende a unos 500.000 euros (muy lejos de los 1,5 millones de euros que pedía Gesa para vender el edificio al Ajuntament hace unos años) y la inversión se llevará a cabo con la idea de «recuperar un espacio para revitalizar la zona que ahora, urbanísticamente, está muy deprimida», según palabras del alcalde Virgilio Moreno que continuó diciendo que «tenemos que empezar a hacer a estrategia del modelo de ciudad que queremos».
Aunque ya se han iniciado los trámites de expropiación, aún no se sabe el uso final que se dará a la nueva zona verde. Lo que sí se sabe es que se apuesta para que «sea una zona abierta para el disfrute de todos los vecinos», según Moreno.
2 comentarios
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Parece una buena idea siempre y cuando no se vuelva a hacer un churro con la plaza contigua. ¡Qué disparate!. Casi casi estaba mejor antes de la reforma; al menos había pinos, columpios etc. Si las cosas se hace con seny esta parte de la ciudad y la zona del teatro con sus esponjamientos pueden quedar muy bien.
Estoy totalmente de acuerdo de que la unión hace la fuerza, y cuando lo ves unido en armonía da un gustazo tremendo. Gesa y Mallorca al fin unidos... quin gust.