Según ha informado el Departamento de Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca en una nota de prensa, una vez hechas las tareas de saneamiento, se puede volver a circular.
A partir de ahora, se arreglarán algunos muros que se rompieron debido a las rocas y, en breve, también se instalará una pantalla estática para retener desprendimientos que se puedan repetir.
Para ello no será necesario cortar la carretera, aunque se podrá limitar en momentos puntuales el tráfico, en periodos de pocos minutos.
El desprendimiento se produjo en el punto kilométrico 25 de la Ma-11A. Fueron todo un conjunto de rocas de gran tamaño que dañaron la calzada y los muros de la vía.
Después de haber analizado la zona con un dron, el departamento de Infraestructuras comprobó que el desprendimiento fue de un bloque de unas 200 toneladas, que fue diseminando rocas. Además, en algunas zonas estos bloques eran inestables.
El presupuesto estimado de las actuaciones en esta carretera es de 100.000 euros. Esta cantidad forma parte de los 2,2 millones de euros que ha calculado el Departamento de Territorio e Infraestructuras como daños provocados por los temporales del mes de enero.
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