Aunque la mayoría de gente asocia los caps de bou con el municipio de Costitx, un payés también encontró una pieza similar de gran valor patrimonial en la finca de Talapi, de sa Pobla que, actualmente, está expuesta en el Museu de Mallorca.
El ‘cap de bou' menos conocido
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La cultura prerromana indígena adoraba a los bueyes porque gracias a ellos podían tirar de pesadas cargas y arar los campos, además de comer de vez en cuando buenos chuletones (igual que hoy el alimento más caro de entre los comunes). ¿Cómo se movieron los bloques ciclópeos de roca con los que se construyeron los talayots, taules y navetas? De la misma manera que aún se practica hoy com deporte rural vasco: Tiro de bueyes, o arrastre de piedra. Y por supuesto, antes de que Roma nos invadiese, la lengua propia era el euskera, tal y como queda claro por la lógica básica, como por el hecho de la ubícua toponimia euskérica.