Fue el propio Ajuntament de Campos el que construyó los bares en 1991 y ahora será el responsable de demolerlos. | Miquel Àngel Llabrés

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Los seis chiringuitos de la playa de Es Trenc tienen los días contados tal y como se conocen hoy. Tras una sentencia del Tribunal Supremo, el Ajuntament de Campos está obligado a demolerlos y habitar casetas desmontables. El Consistorio campaner se reunirá hoy por vía de urgencia para habilitar una partida económica y hacer frente a una «inminente demolición» de los bares de playa. De momento, según apunta el alcalde Sebastià Sagreras, Demarcación de Costas no les ha remitido la carta exigiendo el derribo de los chiringuitos, pero Sagreras cree que la recibirán en breve «por lo que tenemos que avanzar todos los trámites administrativos», apunta. Para la demolición ,el Ajuntament habilitarán una partida de unos 200.000 euros procedentes del superávit.

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Según la sentencia del Tribunal Supremo, las playas naturales (no urbanas) del Estado no pueden tener chiringuitos de cemento, solo es posible que se instalen durante la temporada de verano y al finalizarla en noviembre se vuelvan a retirar, además que las dimensiones que dicta la Ley de Costas son menores a las que hay en la actualidad en es Trenc. Hasta el momento, explica Sagreras, la Ley de Costas de 2013 tenía la disposición adicional transitoria 26 que «permitía los chiringuitos consolidados, como era nuestro caso ya que se alzaron hace más de veinte años», asegura. La norma de Costa fue recurrida por un particular y el Tribunal Supremo resolvió que todos los chiringuitos debían ser desmantelados al finalizar la temporada. Pese a ello, el alcalde confía que Costas les de margen de maniobra y que no tengan que aplicar la sentencia este mismo verano.

Desde el Ajuntament aseguran que Demarcación de Costas todavía no ha remitido la carta para que el consistorio de Campos pueda licitar las instalaciones temporales de playa que, además de las hamacas y sombrillas, también incluyen los chiringuitos. Con ello, llevan más de un mes de retraso, cosa que preocupa a Sagreras por el inminente inicio de la temporada turística. «Una opción sería que Costas nos dejara mantener los chiringuitos como los tenemos ahora y al finalizar el verano demolerlos, y otra opción sería que las casetas estén cerradas e instalar las desmontables».