Sergio Carbonell enseña la denuncia judicial a pocos metros de un coche aparcado sobre un paso para peatones. | Antoni Pol

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Harto de no poder aparcar su coche en los reservado para personas con movilidad reducida debido a las infracciones de conducotres capacidatos, Sergio Carbonell, un inquer que lleva una pierna ortopédida, acudió al juzgado e interpuso una denuncia contra el Consistorio por no hacer cumplir la normativa establecida.

«El Ajuntament no hace respetar las plazas de aparcamiento destinados a las personas con minusvalía. El pasado 12 de mayo fui a aparcar en el reservado que tengo justo debajo de casa, que está a mi nombre, y no he podido hacerlo porque había un coche sin ningún distintivo de minusvalía», señala en su denuncia Carbonell. «He llamado a la Policía Local –prosigue su relato– y no ha llegado hasta después de una media hora. Esta situación se viene repitiendo contínuamente desde hace más de un año y medio».

Sergio Carbonell manifiesta que ha ido poniendo reclamaciones ante el Ajuntament de forma reiterada «sin que de momento se haya solucionado el asunto». Esta situación hace que el denunciante «deba discutir con otros conductores de manera continua por la ocupación del reservado de coches que aparcan sin la debida tarjeta». En una reclamación ante el Consistorio que registró el 12 de mayo, Carbonell avisaba a las autoridades municipales de que «o ponen remedio a hacer respetar los aparcamientos para minusválidos, ya que se los pasan por el forro, o tendré que tomar medidas legales». «Esta mañana no he podido aparcar y al dejar mi coche mal aparcado he recibido una sanción», indica.

Asimismo, Carbonell denuncia la reducción de plazas reservadas a personas con problemas de movildiad en algunos puntos de Inca como el colegio al que acuden sus hijos, la escuela Sant Vicenç de Paül.