Sima de Son Pou, en Santa Maria del Camí. | TONY MERINO / L. TERRASA

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Las entidades conservacionistas y excursionistas coinciden en la necesidad de llegar a un consenso con el Govern y con la propiedad del Avenc de Son Pou que regule y limite el acceso a la sima por razones medioambientales, pero no lo prohiba totalmente. Reaccionan así a la instalación de una cadena con candado que impide desde hace semanas el acceso a la cavidad.

«Hace treinta años había lugares a los que íbamos 30 personas al año y ahora van 3.000. Las guías, los medios de comunicación, internet... han provocado un problema de masificación y ante esta situación tenemos dos opciones o regularizamos o nos prohibirán totalmente el acceso y más vale regularizar que prohibir. Es necesario buscar el consenso», explica el presidente de la Federación Balear de Montaña, Xisco Colom.

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En el mismo sentido se manifiesta Miquel Rayó, de Tramuntana XXI. «Partimos de una base: el deterioro de la Serra de Tramuntana nos muestra que no se puede hacer cualquier cosa en cualquier momento. No podemos ir cuándo y como queramos al Avenc de Son Pou. Hay que regular buscando el máximo consenso entre las instituciones, la propiedad y los usuarios», dice.

Amics de la Vall de Coanegra lamenta un cierre del que dice que «se veía venir». Pide también consenso a la administración. «Además de proteger los espacios naturales los queremos abiertos, con las medidas necesarias para protegerlos y siempre con el mayor consenso posible», dice su presidenta, Sumsi Massanet.