El Gobierno desoye las quejas de la Vila y da luz verde a la depuradora de Can Picafort

Considera la nueva instalación como la «solución más favorable» a los problemas de saturación que padece la actual planta depuradora que da servicio a Platges de Muro y Can Picafort y que está situada en el límite con el Parc

Natural de s'Albufera, donde se produjo precisamente hace un año un vertido importante de aguas sucias.
El Gobierno central aprobó finalmente el 23 de junio la declaración de impacto ambiental del proyecto de construcción de la nueva EDAR de Can Picafort. El Boletín Oficial del Estado (BOE) dio cuenta el viernes de este trámite.

El proyecto de impacto introduce ligeras variaciones en la ejecución de las obras del tramo inicial del emisario submarino y obliga, además, a la administración encargada de gestionar las instalaciones, una vez estén finalizadas las obras (en este caso el Govern balear), a realizar un estudio en profundidad sobre la viabilidad de la reutilización del agua depurada para riego y otros usos permitidos, lo que permitiría reducir el volumen del vertido de agua depurada al mar. Se establece la «obligación de realizar estrictos controles periódicos para comprobar el buen funcionamiento de cada una de las fases de depuración y así garantizar una buena calidad del agua de vertido». «Para evitar cualquier tipo de problema en caso de fallo eléctrico se realizará un mantenimiento del grupo electrógeno (revisiones y pruebas de puesta en marcha) y así garantizar la impulsión en todo momento», añade el texto. La Conselleria de Medi Ambient del Govern balear celebró este lunes la decisión del Ministerio de sacar adelante el proyecto: «Les pedimos celeridad en la ejecución, ya que recordamos la importancia que tienen estas instalaciones, ya que nos causa muchos problemas en s'Albufera».