Imagen del punto de la calle Martín Ros García donde el mal olor es más persistente.

TW
31

Varios empresarios de la restauración de Magaluf se han visto obligado a sellar algunas alcantarillas, debido al mal olor que se desprende de su interior. Una pestilencia que ahuyenta a los clientes de sus establecimientos.

El mal olor afecta sobre todo a los bares y restaurantes cuyas terrazas se encuentran en las inmediaciones de la intersección de las calles Punta Ballena y Martín Ros García, hasta el punto que los propietarios de estos comercios han decidido cubrir los sumideros con gruesos plásticos sujetos con la tapa de acero de los mismos desagües. Esta acción no deja de entrañar cierto riesgo, puesto que en caso de una eventual tormenta veraniega acompañada de fuertes lluvias el agua no podría ser evacuada de manera correcta.

Estos empresarios del sector de la restauración se han tomado la ‘justicia por su mano' después de trasladar sus quejas a la empresa pública Calvià 2000 y, que aún así, el problema no se haya solucionado. Según los restauradores afectados, los efluvios que salen de las alcantarillas son tal malolientes que a algunos clientes, tras sentarse en la terraza de sus establecimientos, no les queda otra que levantarse y marcharse.

Desde el principal partido de la oposición, el portavoz del PP en el Ajuntament de Calvià, José Manuel Ruiz, denuncia que «cuando quien tiene la obligación de solucionar los problemas de la ciudadanía, no actúa, no gobierna, no da respuesta a las preocupaciones de los vecinos; lo que provoca es que, al final, cada uno procure resolverse sus problemas», advierte Ruiz sobre el supuesto proceder del equipo de gobierno del PSOE.