Las tres hermanas, acompañadas del alcalde y otros representantes públicos. | Elena Ballestero

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Las monjas de la Caridad se marchan este jueves de Binissalem, 167 años después de la fundación del convento. El pueblo les rindió el martes por la noche un caluroso homenaje por sus años de dedicación en un emotivo acto en el marco de la festividad del patrón Sant Jaume.

Sor Maria Bovell Roig, sor Maria Bennàsar Vich y sor Francisca Planas son las últimas inquilinas del convento de la calle Concepció. Sor Maria Bovell quiso mostrar este miércoles su agradecimiento público por el emotivo homenaje del martes. «Fue muy emocionante, nos hicieron sentir muy queridas», dijo.

Las tres monjas, originarias de Manacor, Binissalem e Inca, se manchan a Porto Cristo. Una parte del convento seguirá ocupada por el colegio de l'Assumpció, gestionado por Escuela Católica.

El Ajuntament de Binissalem mantiene ahora conversaciones con las monjas con el objetivo de que el resto del convento pueda tener un uso público con una finalidad social o educativa, bien sea mediante un convenio de cesión de uso o mediante una operación de compraventa, según explicó el alcalde Andreu Villalonga y confirmó la hermana Maria Bovell.