Guillem Balboa, de Més, lleva dos meses al frente del Ajuntament d’Alaró. En la foto, el día que empuñó la vara. | Foto:Pere Bota

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Cerca de 60 jóvenes de Alaró protagonizaron la madrugada del viernes al sábado un escrache frente al domicilio de Guillem Balboa, el alcalde. Protestaban por la ausencia de música en algunos bares del pueblo, que estos días celebra las fiestas de Sant Roc. Estos bares, sin embargo, no disponen de licencia para poner música.

Hacia las 3 de la madrugada, después de que algunos bares apagaran la música en cumplimiento de la normativa, un grupo de jóvenes que estaba en la zona de la plaza partió hacia la casa del alcalde y empezó a protestar.

Balboa no se encontraba en su domicilio en aquel momento. Cuando llegó, cerca de las 4, los jóvenes congregados le expresaron su enfado y disconformidad con la ausencia de música en los bares –en la mayoría pero no en todos los locales, dado que uno sí tiene licencia– durante las fiestas. Balboa les informó de que los bares en cuestión no disponen de autorización para poner música y que el Consistorio tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir la normativa.

Aunque hubo algún momento de tensión –pero no con el alcalde–, la protesta no fue para nada violenta. La Policía Local acudió al lugar, pero no intervino.

Denuncia anterior
En el trasfondo de la falta de música está la denuncia que todos los agentes de la Policía Local excepto uno firmaron hace dos meses, en la que se quejaban de que el equipo de gobierno no tramitaba sus denuncias a los bares. Se han incoado diligencias previas por ello, pero no se ha imputado a nadie.
En estas circunstancias, los técnicos municipales y «otros letrados» han advertido al gobierno de que debía aplicar la normativa escrupulosamente, y por lo tanto, impedir que los bares sin autorización pusieran música. Los propietarios de locales habían sido informados de ello.