La Torre Picada del Port de Sóller es una emblemática infraestructura de defensa costera del siglo XVI. | Lluc Garcia

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Han transcurrido más de 14 años desde que el Ajuntament hiciera las primeras gestiones para adquirir la Torre Picada del Port, un emblemático monumento defensivo del siglo XVI. Ahora es el Govern balear el que se plantea esta compra en el marco de próximas inversiones estatutarias. De momento ha encargado una tasación a una empresa especializada, pero todo indica que, como ha ocurrido en otras ocasiones, el precio que pedía la propiedad podría estar lejos de la tasación dado el nulo valor urbanístico de la finca.

La torre está situada en una parcela litoral de 10.000 metros cuadrados. El alcalde de Sóller, Jaume Servera, ha confirmado que el Ejecutivo balear se ha interesado en la adquisición, pero el precio que actualmente piden los propietarios por la finca no ha trascendido. Ya en 2004 la ofrecieron a las instituciones públicas por dos millones de euros. El equipo municipal del PP-UM llegó a pedir su compra al Ministerio entonces dirigido por Jaume Matas, pero la gestión no fructificó. Este precio no descendió en posteriores negociaciones.

En 2005 el PSOE pidió a la dirección provincial del partido que propusiera la compra de la Torre Picada al Ministerio de Medio Ambiente, ya que se había anunciado la intención del Estado de adquirir fincas costeras para evitar su urbanización. En 2008 los propietarios la volvieron a ofrecer por el mismo precio.

Desde el Ajuntament recuerdan que la torre está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y no se puede modificar «ni su estructura ni su entorno».