Magdalena y Sali Socias, las dos hermanas de Valtonyc, visiblemente emocionadas después de recoger el premio. | Antoni Pol

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«Hoy mi hermano no tiene voz ni libertad. En otro sitio más democrático del mundo que aquí si la tiene, pero hoy, aquí, ya no». Son palabras de Magdalena Socías, la hermana de Josep M. Arenas Valtonyc. Las pronunció después de recoger el Premi Pau Casesnoves, un galardón que la Obra Cultural concede a aquellas personas que «han contribuido a la reivindicación o promoción de nuestras señas de identidad» y que este año era para el rapero pobler.

Excepcionalmente, este año el premio «busca más reivindicar la libertad de expresión», precisó la presentadora de la ceremonia, Maria Eugènia Quetgles.

Con Valtonyc ausente, recogieron el premio sus dos hermanas, Magdalena y Sali. En un emocionado discurso, aceptaron que su hermano «no tiene voz», «pero hay muchos otros que hemos decidido ser su voz porque él lo ha sido durante muchos años de los que no tenían», proclamaron. Recordaron que el rapero «con 18 años cogía aviones para acudir a jornadas sobre presos políticos» y que su habitación estaba llena de adhesivos políticos en este sentido, «cuando todavía pensábamos que vivíamos en un Estado democrático». Sus hermanas explicaron también que para Valtonyc la música ha sido «una vía para desfogarse, una salvación. (...) Él no ha hecho daño a nadie y tampoco desea dolor a nadie, pero necesita expresarse». Acabaron el discurso reclamando la libertad de Valtonyc y de los presos políticos.

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La ceremonia de entrega de los Premis de Maig tuvo lugar en el convento de Sant Domingo, que estaba adornado con un gran lazo amarillo. Asistieron un centenar largo de personas y el recinto, insólitamente, estaba vigilado por cuatro agentes de la Policía Local. «Para garantizar que todo vaya bien», explicaron. Asistieron varios políticos de Més, una regidora del PSOE y nadie del PI ni del PP ni de los Independents d’Inca.

Otros premiados

Se concedieron otras cinco distinciones. El Premi Miquel Duran i Saurina recayó en el diario Ara Balears; el Berenguer d’Anoia fue para Cofre Antic (una agrupación folklórica local); el Premi Pere Joan Llabrés fue para las investigadoras Sandra Rebassa, Catalina Ginard y Esperança Rosselló y el Miquel Colom fue para Josep Socias, del restaurante Bri de Palma. El Premi d’Honor fue para Jaume Mateu, expresidente de la OCB.

Amenizada con poemas musicados a cargo del dúo Vers Endins, la ceremonia estuvo dedicada al Any Llompart. En prácticamente todas las intervenciones se hicieron llamamientos a favor de la libertad y la lengua propia.