Jonás Palomo, en una imagen de archivo del año 2016, cuando era concejal. | ARCHIVO

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El caso de Jonás Palomo, el concejal dimitido por gastar 30.000 euros en fluorescentes y limpiadores industriales, llega a los tribunales. La Fiscalía Anticorrupción formalizó una denuncia contra él por fraude, prevaricación y malversación y ayer el ex edil declaró como investigado en el juzgado.

Palomo se negó a contestar a las preguntas del fiscal y sólo respondió a su letrado, Jaime Campaner. Admitió que se llevaron a cabo las compras de material, pero rechazó que existiera ningún ánimo de defraudar al Consistorio de Andratx. El exconcejal explicó que ignoraba que ya existiera un contrato previo con otra empresa para que suministrara los fluorescentes y el resto del material.

Se le investiga por alrededor de quince facturas firmadas como regidor de Vias y Obras del Consistorio. De forma casi mensual, el entonces edil adquiría distintos productos a una empresa de la Península cuando el Consistorio ya tenía contratados esos suministros. Palomo negó que recibiera ningún tipo de regalo a cambio de esas adjudicaciones ni que las fraccionara para no tenerlas que llevar a concurso.

El caso fue descubierto por la Corporación y eso llevó a que el año pasado Jonás Palomo tuviera que renunciar al acta como concejal.