Captura del comentario publicado este miércoles. | Facebook

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El texto de la imagen es una captura de pantalla de un comentario que apareció este miércoles en la página de Facebook de Isabel Méndez Ponce. Méndez está en la cárcel después de que la Guardia Civil la arrestara recientemente acusada de cometer 16 robos en viviendas de Muro y vender los objetos sustraídos en Inca y Palma. Conocida en el pueblo como na Parreña (porque su esposo, nacido en Muro, se apellida Parreño), Isabel Mendez ha originado una oleada de crispación e indignación entre el vecindario. El comentario difamatorio ha inflamado todavía más a los murers. «No estamos cansados y quemados, sino lo siguiente», comentaba un vecino.

Al margen de las investigación policial, en Muro explican que la oleada de robos empezó en la barriada de Poblenou al poco de que la familia Parreño se instalara en el pueblo. La Benemérita le atribuye 16 hurtos, pero los vecinos consultados sostienen que «son bastantes más, muchas veces no se denunciaron». Dicen que iba con un manojo de llaves y probaba hasta que conseguía abrir la puerta de la casa deseada.

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El pueblo le atribuye un sinfín de pequeños hurtos de lo más pintoresco. Es el caso de una madona que había preparado un aguiat a lo largo de la mañana para almorzar en familia y que, al disponerse a servirlo, no encontró ni el guisado ni la greixonera sino un reguero hasta la ventana, el lugar por el cual la supuesta ladrona había escapado. Los hijos de otra murera mayor llevaron a su madre al médico después de que asegurara que algo pasaba con la conservadora, de la que primero desapareció un pollo, después una paletilla de cordero, luego media lechona... «No era demencia senil, era na Parreña», dicen. En otra ocasión, el día del Jueves Santo, madò Francina la pilló cuando trataba de robarle una llauna de panades a punto de hornear; otro día, la víctima de la tentativa de robo se la encontró debajo de la cama.

La sensación de impotencia por parte de los murers llegó a tal punto que un vecino ha recogido 180 firmas contra de la presunta ladrona. Su entrada en prisión disipó la crispación, pero los insultos en Facebook la han atizado nuevamente.