El Birracruzis de este año congregó a cerca de 700 personas en Inca. | Maria Nadal

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El pleno de Inca desestimó el jueves con los votos del PP y el PSOE una iniciativa del PI que pretendía prohibir la celebración del Birracruzis en la ciudad. El Birracruzis es una fiesta privada que consiste en hacer una ruta por algunos bares y beber cerveza frente a estos establecimientos. Unas 700 personas participaron en la edición de este año.

La propuesta del PI recogía las distintas iniciativas públicas que buscan limitar el consumo abusivo de alcohol, recordaba que las ordenanzas prohiben su consumo en la vía pública de alcohol (si bien esta, como la víspera el Dijous Bo y otras fiestas, está eximida de cumplirla mediante un decreto de alcaldía) y señalaba que la FAPA (Federació d’Associacions de Pares i Mares d’Alumnes) se pronunció contra la fiesta.

El edil de Festes, el socialista Antoni Peña, señaló que la fiesta «no incumple» normativa alguna y consideró que, de prohibirla, se cometería un agravio comparativo. Asimismo, aseguró que «ningún menor participa en ella».

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El PP también defendió su celebración. Los conservadores recordaron que la permitieron cuando gobernaban e indicaron que no se entendería que el Ajuntament la prohibiera y, al mismo tiempo, «promocione el consumo de alcohol» organizando la fiesta Orgullosament Inca, en la que se consume alcohol en la plaza de España.

Més se mostró comprensivo con las razones del PI pero rechazó la prohibición del Birracruzis en concreto. Propuso enmendar la moción para que se celebrara en un recinto cerrado, pero al final no salió adelante. Los Independents, por su parte, señalaron que el Birracruzis no vulnera la ley y dijeron que, en cualquier caso, habría que cambiar la ley.

Finalmente, la moción se rechazó con los votos del PP y el PSOE, el voto favorable del PI y las abstenciones de Més y los Independents.