El memorial del cementerio, denunciado por el último alcalde franquista, amaneció este lunes cubierto de pintura azul. | Elena Ballestero

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Los memoriales instalados hace un año en la iglesia y en el cementerio en memoria de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo amanecieroneste lunes destrozados, completamente cubiertos de pintura.

El teniente de alcalde Pere Torrens ha confirmado que el Ajuntament de Búger presentará denuncia ante la Guardia Civil. «Si se consigue identificar al culpable tendrá que responder por los daños», dijo Torrens. Por su parte el rector, Francesc Vicens, esperará a hablar con el alcalde Rafel Capó antes de decidir qué medidas adopta, ya que la placa dañada en la iglesia parroquial no la instaló el Ajuntament sino el anterior rector, Joan Pons en memoria de las víctimas, todas ellas bautizadas en esa iglesia.

Se da la circunstancia de que precisamente este lunes el alcalde de Búger, Rafel Capó, y el teniente de alcalde Pere Torrens (ambos del PSOE) dieron cuenta en comisión informativa al resto de grupos municipales (Més y PP) de que el último alcalde franquista, Rafael Reus Ríos, ha denunciado ante Patrimoni la instalación en noviembre de 2017 del memorial en recuerdo de las víctimas en el cementerio municipal, el mismo que amaneció completamente cubierto de pintura azul. El memorial está ubicado en un espacio público situado junto a su tumba familiar.

Més advierte que, a raíz de esta denuncia, el PSOE (en minoría tras la ruptura hace meses del pacto de gobierno) quiere llevar al pleno una propuesta para que el aparejador municipal informe del coste y viabilidad de un posible cambio de ubicación. «Patrimoni ha respondido a Rafael Reus Ríos, como es lógico, que esto no es un ataque al patrimonio y nosotros votaremos en contra de estudiar un cambio de ubicación», dice la exalcaldesa Liniu Siquier (Més).

Visibilidad

Siquier transmitió la «condena absoluta» de Més a los hechos vandálicos de la madrugada del lunes que califica de «intolerables en una sociedad democrática». «No entendemos que haya personas que no tengan sensibilidad y quieran reabrir heridas», dice Siquier. «Elegimos la ubicación actual del memorial porque es el sitio con más visibilidad y hay que dar visibilidad a las víctimas», añade.