La presencia de ganaderos mallorquines cada año ha ido disminuyendo. De todas las ediciones celebradas, tal vez la de este año es la que cuenta con una menor presencia de explotaciones lecheras de la Isla. El cierre de boueres ya sea debido a la jubilación de los payeses o al abandono de la ganadería vacuna, así como el elevado coste que supone la preparación de los animales son los motivos principales que han causado la merma de la presencia de vacas frisonas de Mallorca.
En los últimos años explotaciones como Son Suau de Manacor o Son Fosquet de Felanitx han dejado de participar en el certamen pese a mantener sus explotaciones. Así, en la próxima edición Son Carbó y el Host de Son Coves de Campos; Can Roca de Porreres; ses Veles de Capdepera y Can Ros de Felanitx serán los cinco valientes ganaderos que llevarán sus ejemplares hasta Campos.
Por su parte, la presencia de vacas frisonas menorquinas fue una constante hasta el año 2004 que, debido a la presencia de la enfermedad de la Lengua Azul no se pudieron desplazar los animales hasta Mallorca. Ello supuso que durante unos años -hasta el 2014- las explotaciones fuesen exclusivas de la Isla.
Después, el Consistorio campaner, para mantener e impulsar el concurso, volvió a reclamar la presencia de los menorquines y para ello se vale de incentivos económicos.
La situación del sector lácteo no consigue encontrar un hueco para contar con una buena presencia en el mercado local. Las últimas apuestas de los ganaderos pasan por la instalación de robots de ordeño, una tendencia muy presente en la Península y de la que seguro se hablará durante el concurso de Campos.
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