A principios de año, la única posadera de la finca, Bàrbara Sunyer, dejó las casas debido a su avanzada edad y su hija y su nieta (quienes se encargaban últimamente de la tradición) han anunciado que este año no se pondrán al frente de la tarea de pasar las barrigas de los pequeños por las ramas del árbol, tal y como avanzó este viernes el semanario local Cent per Cent.
Uno de los propietarios de l'Hort del Correu, Maties Servera, explicó a este periódico que la familia Sunyer-Sureda es la única que conoce el procedimiento que se debe seguir con el vimer. «Toda la vida han sido ellos los que se han encargado y ahora no hay nadie que lo sepa hacer». Aún así, Servera indica que «si hay alguien que ha ido todos los años, conoce la técnica y se ve capacitado de ponerse al frente, nosotros pondremos todas las facilidades posibles para que se pueda continuar con la tradición».
Con esta decisión, este año no se vivirá la imagen de multitud de niños, acompañados por sus padres, que llegan hasta la finca de Manacor al amanecer para curarse de las hernias. Mientras se entregaba una cinta con un número a las familias y a la espera de que saliera el sol, la familia Sunyer-Sureda se encargaba de preparar las ramas y cortarlas por la mitad. Después se pasaba al niño o niña por en medio y se esparcía la savia del sauce en el punto donde se encontraba herniado. Una vez finalizado el ritual, los padres ponían el número identificativo a su rama y una cinta de color atada con rafia que se sellaba con barro. La leyenda cuenta que si al paso de un mes, por Sant Jaume, la rama brotaba era señal de que el niño se había curado.
Debido a la importancia de la tradición del vimer en Manacor, el Ajuntament apostó en 2010 por iniciar los trámites para incluir el mágico árbol que cura la hernia de los niños en el catálogo de patrimonio municipal. El vimer tiene la categoría de elemento de cultura inmaterial. Este trámite se llevó a cabo debido a que los técnicos municipales consideraron interesante su salvaguarda como tradición manacorina.
8 comentarios
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Una fiesta de hechiceros pederastas.
Me alegro que vayan desapareciendo las creencias mágicas. Es absurdo mantener según qué sólo por nostalgia
Va para ti Josep Miquel, catalanista de nuevo cuño que siempre desprecia e insulta al que no piensa como él. Pues, yo también. Creo mucho más en un buen equipo de cirujanos apoyados por las mejores tecnologías del momento, que a esas pachangas de vimers, que, presuntamente, nunca han arreglado nada. Como tantas y tantas fábulas curanderas que no solucionan nada. Más o menos como las religiones.
No sé si tots es infants se curaven o si es que ho feien era per casualitat pero estic ben segur que aquest arbre no els hi feia cap trencadura. Una llàstima que aquesta tradició s'hagi perdut.
Vaya fantasma-da con lo de la cura de hernias , los pediatras hacían lo mismo con los dedos cuando yo era niño
y se acabó el cuento
A veure comentarista milagrer, crec que ni sap de que parla, abans d'opinar del que es desconeix i a mes ni sebre el perque perilla ()serà cosa que no sap interpretar el que llegeix) conve informar-se be i no es fa el ridicul. Miracles tal i com s'entenen en el segle XXI n'hi ha als hospitals i fora dels hospitals. Valdria la pena que algú que ho conegui seguís amb la tracició i la familia dels posaders el volen ensenyar millor que millor ja que la propietat dona totes les facilitats del mon.
Pues reconocen que no hay milagros.