Los vecinos son los encargados de recorrer el pueblo y recoger cada uno de los siete ‘dimonis’. Los encierran en un carro tirado por una mula y son encerrados en el Corral del Rei. | Joan Socies

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A més edat, més malícia / i és un gran pecat etern, / pareix que surt de l'infern / ara ja vé l'Avaricia. Con esta glosa dedicada al Dimoni que representa la avaricia empezó, un año más, esta neofiesta santjoanera que sirve para condenar y encerrar en el Ayuntamiento a los siete demonios que representan los pecados capitales. Más tarde, enfadados, los dimonis protagonizaron la Sortida Rabiosa.

Desde hace unos años, la jornada de la revetla de Sant Joan Degollat sirve a los Dimonis del Centre Cultural para festejar las fiestas de la localidad. A las cinco de la tarde, decenas de vecinos y algunos visitantes se agruparon en torno a una pequeña edificación de la calle de la Princesa para recoger el primero de los siete pecados, la Avaricia.

La fiesta consiste en realizar la recogida de los siete dimonis para encerrarlos dentro de una jaula y después meterlos en el Corral del Rei. Este es un espacio del Ayuntamiento en el que antiguamente se guardaban los animales perdidos.

Junto a los dimonis, el otro protagonista de la Condemna es Joan Matas, Ditaler, el exalcalde saca su vena de glosador y recita sus rimas en las que hace un repaso de la actualidad del pueblo durante el último año. Entre bares y recitados, los santjoaners consiguieron encerrar a los siete dimonis en el corral.

Más tarde, sobre las 19.30 horas el enfado de los dimonis era tan grande que ‘rompieron' las puertas del Ayuntamiento para realizar la Sortida Rabiosa y correr detrás de los jóvenes con las escorretjades en la mano.

Este jueves, el pueblo celebra la festividad de su patrón, Sant Joan Degollat. A las 10 horas vuelven a salir los Sortida Rabiosa. A las 11.30 habrá misa solemne.