Tomeu Vicens posa con la nueva camiseta de la peña s’Espaseta. | J.C.

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El defecto de Tomeu Vicens ‘Cuní' (Felanitx, 1979) es que habla claro. Aquí lo hace para, pasada la resaca, despejar confusiones sobre la popular celebración de Sant Agustí.

¿Cuál es la naturaleza, el primer origen, de las peñas ‘taurinas' de la fiesta de Sant Agustí?

—Las peñas nacieron de la corrida de toros que se celebraba cada año en la plaza de La Macarena. El Cosso a principios de los 80, Els Bous, El Venao, s'Espaseta, Dàtil, Rezagados. Es una mezcla muy interesante. Y que me perdonen si me dejo alguna.

¿Cuándo y por qué se crea la peña s'Espaseta?

—Se fundó en el año 2001 entre casi todos los que seguimos en ella actualmente. Algunos amigos se han ido añadiendo y otros se han ido. Ahora somos una treintena... Y créame que, para gustos, colores. Queríamos acudir a la fiesta y a los toros teniendo nuestra propia identidad. Es un día muy especial. No buscamos reivindicar nada. La mayoría íbamos antes con El Cosso, pero, con el tiempo, ésta se convirtió en una peña con unos ideales demasiado marcados y que la mayoría no compartíamos. Decidimos montar nuestra propia peña y, 18 años después, aquí seguimos.

¿Existe algún tipo de requisito para ingresar en s'Espaseta?

—Que seas amigo, o amigo de un amigo. Y lo principal, querer ir de fiesta y pasarlo bien. Nada más. Y si eres un poco raro o tienes alguna ‘cualidad' especial, encajas aún mejor. La verdad es que casi todos tenemos un carácter algo ‘fuerte' y la mayoría no nos soportamos ni a nosotros mismos. Así que su ingreso tampoco es que sea un camino de rosas. (Risas).

Dicen que la fiesta de Sant Agustí ha cambiado tanto que ha perdido hasta el nombre...

—La fiesta ha cambiado principalmente porque se acabaron los toros. La plaza está deteriorada. Entonces el recorrido natural del día cambió bastante. Lo de que se le ha cambiado el nombre, pienso que los medios de comunicación tenéis mucha culpa. La peña mas conocida es El Cosso, (aunque ya no sé si es la más grande, porque Rezagados ha crecido mucho), pero no es sólo la «fiesta del Cosso», como dicen algunos. Lo que se celebra el 28 de agosto en Felanitx es la fiesta de Sant Agustí. Ténganlo presente a la hora de hablar y escribir de ello, por favor.

¿Con el cierre de La Macarena, empezó a desvirtuarse la fiesta?

—Más que desvirtuarse, perdió gran parte de su esencia. Los toros eran el plato fuerte del día. Y luego la verbena, claro, donde nos reuníamos todos. Se terminaron las corridas en la plaza y nos quedamos algo desubicados por la tarde. Entonces, como la gente quiere fiesta y tiene sed, los negocios tuvieron su oportunidad. Pero los últimos años la masa de gente que acudía a Felanitx era demasiado grande. Además, hay mucha gente incívica que lo fastidia todo.

Este año la práctica del botellón ha menguado a expensas de limitar actos en la calle. ¿Qué opina al respecto?

—A mi lo que me molesta es el incivismo. Afortunadamente, no todo el mundo es igual. Al final debes limitar algunas cosas porque si no se te va de las manos. Considero que se pueden mejorar algunas cosas, pero creo que este año se ha actuado en conciencia y la fiesta no se ha desbordado tanto.

La fiesta de Sant Agustí siempre ha tenido un carácter reivindicativo, pero da la sensación de que se ha politizado en demasía. Banderas independentistas, carteles a favor del acercamiento de presos etarras, etc.

—Para reivindicarse, sacar banderas y exponer tus ideas u obsesiones hay 364 días más al año. Pienso que día 28 de agosto en Felanitx no es el día ni el lugar. La independencia, los problemas de Catalunya y sus políticos, banderas proetarras, anticruceros, insultos a políticos, a la Guardia Civil... Preferiría ver banderas mallorquinas, la verdad.

Mezclar política con las fiestas creo que es una muy mala idea. Sea del color que sea.

Dirán que es libertad de expresión...

—Hay libertad de expresión, pero no todo debe valer. Una cosa es expresarse y otra muy diferente es faltar al respeto gratuitamente. Y a la gente de fuera que venga a alimentar todo esto les invito a que se queden en sus casas. Los medios sólo enseñan lo que les interesa o simplemente lo más conflictivo. Lo siento por la parte que os toca, pero creo que es injusto. El ‘pregó cossero' de nuestro amigo Bernat des Polos fue este año todo un ejemplo de cómo se puede hacer humor en una fiesta local sin ofender a nadie. Por eso, le doy la más sincera enhorabuena.