La policía tiene ahora el instrumento jurídico para actuar en caso de incumplimiento. | Assumpta Bassa

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El Ajuntament de Manacor ha querido zanjar una problemática que se arrastra en el municipio desde hace años como es el abandono de vehículos en la vía pública. El pleno ordinario, celebrado el lunes en el centro cívico de Calas para dar cumplimiento a los protocolos sanitarios, aprobó una nueva ordenanza reguladora que establece el marco jurídico para poder actuar en caso de incumplimiento, estableciendo sanciones que pueden llegar incluso a los 1.500 euros. El Ajuntament ahora ya cuenta con la herramienta jurídica necesaria para la localización, denuncia, retirada y entrega de los vehículos al centro de tratamiento y descontaminación correspondientes.

Según explicó el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, «se trata de dar respuesta a una petición procedente de la Policía Local».

Según la nueva ordenanza, se considera que un vehículo está abandonado cuando hayan transcurrido más de dos meses después que el vehículo fuera inmovilizado, retirado y depositado y su titular no haya hecho alegaciones. También si está aparcado por un periodo superior a un mes y presenta desperfectos o cuando figure en situación de baja temporal en la DGT.

En el caso de que se detecte el vehículo abandonado se levantará una acta de infracción y, en un mes, si no se ha retirado voluntariamente, se procederá a su destrucción o descontaminación.

Las infracciones serán sancionadas con multas de 750 euros para motocicletas, 1.000 euros para turismos de peso inferior a 3,5 kilos o 1.500 en el caso de que sea superior. La ordenanza se aprobó con los votos a favor del equipo de gobierno (Més-Esquerra-PSOE y Unidas Podem) y la oposición se abstuvo.