Gráfico del proyecto.

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El Ajuntament de Pollença planea crear campos de boyas ecológicas en sus calas vírgenes (Cala en Gossalba y Cala Murta, por ejemplo) y dos pantalanes flotantes en la zona de Albercutx en el Moll para el amarre de embarcaciones auxiliares de yates de cuatro metros de eslora máxima. Quiere acabar así con los fondeos ilegales en las aguas de baño.

El verano de 2019, el Ajuntament llegó a contabilizar 129 embarcaciones fondeadas en la zona reservada al baño en Albercutx (en los 200 metros de superficie de agua más próxima a la costa).

Por su parte, la recién creada Associació per a la Defensa del Port de Pollença (ASDEPP) recela de la construcción de los pantalanes flotantes en Albercutx. Considera que «si degradado se halla el Moll como consecuencia del estado de sus aguas, derivado de la deficiente red de pluviales y fecales, la instalación de dichos pantalanes constituirá la puntilla para una zona hasta ahora privilegiada en cuanto a su belleza, que ha hecho del puerto una referencia en la historia del turismo en la Isla».

El proyecto, que colea en el Ajuntament de Pollença desde 2013, se presentó hace un año a Costas para desarrollarlo en el verano de 2020, pero quedó aparcado después de que Medi Ambient advirtiera de que precisa de una evaluación ambiental.

El alcalde, Tomeu Cifre Ochogavía, explica que «decidimos aparcarlo para evitar que la totalidad de instalaciones de playas tuvieran que pasar el trámite ambiental y se pudieran autorizar con mayor agilidad». No obstante finalmente el Ajuntament renunció el pasado verano debido a la pandemia a tramitar la solicitud del resto de concesiones en Costas e instó a particulares y empresas a solicitar sus permisos a título individual. Buena parte de ellos han recibido notificaciones de cuantiosas multas por explotar sus instalaciones antes de que se hubieran resuelto sus solicitudes.

Hace ahora una semana el alcalde se reunió con la jefa de Costas en Baleares, Almudena Domínguez, para tratar entre otras cuestiones el tema de las multas y analizar la posibilidad de reactivar el plan de choque contra los fondeos ilegales, o lo que es lo mismo la creación de los dos pantalanes flotantes en el Moll.

«La idea es construir los pantalanes flotantes y los campos de boyas (todas instalaciones de temporada) para sacarlas a licitación y que una empresa las explote y se encargue de gestionarlos», explica Tomeu Cifre Ochogavía. Que no obstante avisa de que «primero queremos ver la predisposición de Costas antes de dedicar más esfuerzos a sacar adelante este proyecto».

Los pantalanes flotantes se ubicarían junto al Passeig Colom en el tramo de costa de Albercutx. El primero estaría conectado con el espigón que hay junto a la base militar y el segundo con el espigón existente al principio del Passeig Colom. Ambos pantalanes tendrían las misma longitud, anchura y similar distribución de amarres. Se proyectan pasarelas de acceso desde los extremos de los espigones ya existentes con el fin de facilitar la conexión con los pantalanes flotantes. Cada pantalán estaría formado por ocho módulos hasta alcanzar una longitud de 80 metros lineales. Tendrían la estructura de aluminio y el piso a base de tablones de madera. El fondeo se efectuaría mediante la instalación de 16 unidades de anclaje ecológico.

Uno de los espigones de conexión con los pantalanes. Foto: ASDEPP

118 amarres

Los pantalanes tendrían capacidad para 93 y 91 embarcaciones respectivamente, con una eslora máxima de cuatro por dos. Las estructuras sumarían una ocupación total de 1.920 metros cuadrados.

La inversión ronda los 273.600 euros que se amortizarían en un plazo estimado de diez años mediante los ingresos derivados de la gestión de los 118 amarres.

Los ingresos se calculan en función de unas tarifas de 1 euro por metro cuadrado y día en temporada alta, 0,8 euros en temporada media y 0,6 en temporada baja.

Los vecinos temen que «desvirtuen» la estética de la zona

La Associació per a la Defensa del Port de Pollença ha pedido personarse en el expediente de solicitud de la concesión. Temen el impacto visual, acústico y ambiental de los pantalanes y avisan que «desvirtuarán» la estética de la zona.