Mateu Puigrós, frente a l'Ajuntament, al que ha dedicado más de 26 años.

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El nombre de Mateu Puigròs va ligado al de Sant Llorenç. Es uno de los más veteranos de la política local. Tras 26 años de dedicación plena al municipio, de escuchar a los vecinos, de reclamar ayudas a las instituciones supramunicipales, de dar un vuelco a todo el municipio... dejará la alcaldía el día 20 de noviembre. En el pleno cederá la vara al socialista Pep Jaume para dar cumplimiento al pacto de gobierno.

Echando la vista atrás ¿cómo fueron sus inicios?
— Empecé en política en las primeras elecciones democráticas. En aquel entonces, en Son Carrió, había un movimiento de jóvenes muy activo. Era un grupo con muchas ganas de hacer cosas en el ámbito deportivo, social y cultural. Teníamos ante nosotros una oportunidad única, desde el punto de vista democrático, para vivir una experiencia innovadora. Creamos el grupo Independent de Son Carrió (GISC) y contra todo pronóstico sacamos dos regidores. Nos integramos en el equipo de gobierno dirigido por el primer alcalde socialista, Ignasi Umbert. Nos presentamos sucesivamente y llegamos al punto álgido con seis regidores.

En 1995 logró la Alcaldía. Supongo que el hecho que un independent de Son Carrió fuera el alcalde de Sant Llorenç creó gran expectación...
— La verdad es que al principio fue difícil, hubo alguna tensión. Era una situación inesperada la llegada de un batle carrioner. Teníamos que ir con cuidado y con intuición porque no podíamos defraudar. Pero la experiencia fue muy positiva desde el primer momento. No hemos gobernado nunca con mayoría absoluta, pero nos ha dado la fuerza suficiente y credibilidad para ir avanzando y para implantar la filosofía del consenso permanente. Esto es fundamental. Al principio las negociaciones fueron duras pero gracias al esfuerzo de todos hemos conseguido mantener este consenso desde principios de la democracia.

Si alguien sabe que es ser alcalde de pueblo es Mateu Puigròs, ¿cómo es su política?
— Algunos pueden pensar que la dedicación a un pueblo puede ser mínima pero no es así. La política de un pueblo no tiene fin, nunca estás satisfecho al cien por cien. Siempre quieres más, siempre te pones más metas, más logros...nunca acabas.

Se necesita mucha pedagogía para gobernar sin mayoría y llegar a acuerdos. Su condición de maestro le habrá servido.
— Yo creo que sí. En los primeros años yo estaba en un centro cooperativo, que eran experiencias nuevas que requerían un gran esfuerzo con interlocutores cuya pedagogía se podría aplicar perfectamente a cualquier organización política como puede ser un ayuntamiento.

¿Cuál ha sido el momento más dulce de su carrera política?
— En general momentos importantes ha habido muchos. Lo más dulce es el día a día, cuando se van consiguiendo cosas tan importantes para los ciudadanos como el auditorio de sa Màniga o el Espai 36. Proyectos que defiendes con mucha vehemencia y que al conseguirlos tienes una satisfacción. La actuación municipal es siempre muy dinámica.

¿Y el momento más amargo?
— Sin duda la torrentada que superó cualquier expectativa. Fue un esfuerzo muy doloroso para todos ver como ciudadanos, amigos lo perdieron todo, que muchos arriesgaron la vida y que otros la perdieron. Fueron momentos muy difíciles. Luego vino todo el tema de la gestión, las inundaciones, las obras posteriores de emergencia y proyectos que aún no se han resuelto.

¿Cómo han sido las relaciones con los dos grandes partidos a nivel supramunicipal?
— La verdad es que no hemos tenido problemas con uno ni con otro. Tal vez con el PSOE han sido más fluidas pero con el PP no ha habido grandes discusiones. De hecho, el auditorium de sa Màniga se hizo gobernando el PP.

¿Ha sido tentado por alguno?
— Sí, en algunas ocasiones. Pero no nos hemos querido involucrar en un partido de ámbito estatal. Nuestro compromiso es con el municipio.

¿Volverá a presentarse?
— No. Está vez si que está muy claro. Seguiré este año y medio como regidor pero luego me retiro de la primera línea. Doy por acabado un ciclo porque quiero dar paso a gente joven, con ilusión.

El cambio llega el 20 de noviembre...
— El cambio es la consecuencia del pacto. Lo afrontamos con mucha satisfacción y agradecidos del apoyo que siempre hemos tenido de los diferentes partidos. En Pep Gall está muy animado para asumir el liderazgo del equipo de gobierno.