Imagen del archivo Bestard de una clase de costura. | Archivo

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Un compromís centenari es el título del libro que el historiador Pere Salas, especialista en historia de la salud, ha escrito en el centenario de la llegada de las Germanes Missioneres dels Sagrats Cors a Pollença. El volumen, publicado por Gall Editor, se presentó formalmente ayer en Can Llobera. «Fue la hermana Sor Alicia quien me hizo la propuesta de escribir este libro y es un tema que ya me había interesado por mi vertiente como investigador de la historia de la salud. Me interesaba el trabajo de las órdenes religiosas de Mallorca del siglo XIX y XX por la vertiente sanitaria y social que tenían», dice el autor. Pere Salas habla de su relación con las Germanes dels Sagrats Cors de Pollença antes de comenzar a investigar su historia y es que la casa en la que viven las monjas fue anteriormente la casa de Guillem Cifre de Colonya, cuya biografía también escribió el historiador. «Posteriormente la compró Ramon Picó i Campomar sobre el que también he publicado y lo cierto es que las hermanas siempre me habían abierto sus puertas, así que podemos decir que he escrito este libro porque tenía una deuda moral, interés y curiosidad».

¿Qué encontrará el lector en el volumen? Salas repasa las vicisitudes y el desarrollo de la orden en Pollença en las distintas etapas de su historia, con sus claroscuros, pero a diferencia de lo que ocurre con otros estudios históricos Salas da una especial importancia, no a los hechos más antiguos sino a los más recientes. «Han hecho una labor excepcional durante la pandemia», dice. Recuerda que «al principio de la pandemia las hermanas realizaron recogidas de alimentos y estuvieron al lado de los más necesitados, que las administraciones no podían atender de una manera inmediata, sin necesidad de papeleo».

Describe el historiador el compromiso de las hermanas misioneras con África como un trabajo «heroico» que contribuyó a la vez a desarrollar una red de solidaridad en Pollença que después ha servido para hacer frente a otras calamidades en la Isla. «Lo vimos con lo que ocurrió en Sant Llorenç y ahora lo hemos vuelto a ver en pandemia», dice Pere Salas. Explica el historiador que las órdenes religiosas surgen a finales del siglo XVIII y principios del XIX como «un modelo mallorquín de asistencia a los otros». «Lo hacen por una motivación religiosa pero cubren necesidades que entonces no estaban cubiertas por las instituciones», añade.