Joan Pasqual durante la grabación del pasado diciembre. | Redacción Part Forana

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Han pasado ya trece años desde que el Ajuntament d’Alcúdia inició un proyecto pionero en Mallorca, la grabación de entrevistas personales con los ancianos del pueblo que vivieron acontecimientos importantes a punto de ser olvidados.

Buena parte de aquellos primeros protagonistas del archivo oral histórico de Alcúdia ya han fallecido, pero el visionado de aquel metraje permite reconstruir los cambios sociales, políticos y económicos de todo un pueblo que de otra forma habrían quedado en el olvido.

Pese a su intensa actividad en la legislatura 2006-2010, el archivo oral ha estado paralizado durante años. En diciembre, la alcaldesa Bàrbara Rebassa autorizó su reactivación con la grabación del testimonio de Joan Pasqual, hijo de Miquel Pasqual Quetglas, encarcelado tras el alzamiento militar del 36 en la prisión de Can Mir y asesinado por los falangistas en la cruz de Porreres.

Sus restos, indentificados en octubre, volverán a Alcúdia el 17 de febrero para ser enterrados en una tumba familiar. Joan Pasqual tiene ahora 95 años.

«La verdad es que a mi padre aquello le cogió muy niño, con 9 o 10 años, pero recuerda muchas cosas. Al principio no estábamos convencidos, pero le preguntamos y él estuvo encantado de participar. Le grabaron dos horas, se emocionó y contó muchas cosas, como el hambre que pasaban», explica Miquel Pasqual, hijo de Joan y nieto de Miquel Pasqual Quetglas. «Ahora pienso que es un proyecto interesante, para que quede en el archivo, aunque participar o no en él es una decisión muy personal que debe tener cada familia», añade.

La alcaldesa Rebassa opina que «era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. El archivero Toni Mayol me lo comentó y me pareció que valía la pena». «Es interesante que haya una memoria oral de lo que ha pasado que recuerde una Alcúdia que ya no existe», añade.