Los vinos elaborados en las dos zonas con denominación de origen de Mallorca son la que mejor se posicionan en el mercado, con un aumento del 56 por ciento la DO Binissalem, y del 45 la DO Pla i Llevant. Los caldos enmarcados en la categoría Vi de la Terra aumentaron un 30 por ciento de media, pero con notables diferencias entre las distintas zonas. El de Mallorca, un 29 por ciento; el de Menorca, un 46 por ciento; el de Ibiza crece un 69 por ciento, el aumento más significativo; el de Formentera un 37 por ciento y el de Illes Balears, un 17,5, mientras que el Vi de la Serra de Tramuntana, que se elabora sobre todo en Pollença, Banyalbufar y Estellencs, es la única zona vinícola que pierde ventas, con un ligero uno por ciento. Por tipología de vino, el tinto siguen siendo el más consumido entre los vinos de Mallorca y de Balears.
El rosado vive su auge
Pero el protagonismo en esta última campaña se produce en el rosado, con un 43 por ciento más de ventas que en 2020, y el blanco, con un 40, beneficiados por la recuperación del turismo estival. El consumidor local se sitúa a la cabeza, con un 78 por ciento del total y un aumento del 46 por ciento, mientras que la exportación al mercado español es testimonial. Las ventas al extranjero, principalmente a Alemania, representan un 19 por ciento y se sitúan por encima de 2019, consolidando la recuperación.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.