Fracciones. Los 14 municipios que integran la Mancomunitat del Pla fueron de los primeros de la Isla en apostar por la recogida selectiva puerta a puerta. Ahora de las 14,4 toneladas de basura que generan se consigue reciclar más de 8 toneladas entre orgánica, papel, vidrio y plástico. | UH

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Los 14 municipios que integran la Mancomunitat del Pla año tras año consiguen incrementar la cantidad de residuos que reciclan. Así lo demuestran los datos de 2021 que sitúan el reciclaje en un 57,38 % del total de la basura que producen los vecinos, más de 14 toneladas. En 2020 la cifra fue del 56 % y en 2018 del 55 %, por ejemplo. Entre los municipios que más reciclan destacan, por encima de los demás, Porreres con un reciclaje que alcanza el 87,4 %, Maria de la Salut con un 84,9 % y Sencelles con un 67 %. El resto de municipios quedan muy lejos en cifras absolutas de reciclaje y ello se debe a que estos tres municipios son los únicos que tienen implementada la bolsa roja para los residuos no reciclables.

La lista de los pueblos menos recicladores la encabeza Costitx (41 %), seguido de Sant Joan (42 %) y Vilafranca (42 %). El resto de municipios están sobre el 50 % o bien lo superan. Joan Cifre, gerente de la Mancomunitat del Pla indica que «estamos muy contentos de los resultados a nivel de la Mancomunitat y seguimos trabajando para mejorar estos resultados y por ello esperamos que en breve podamos presentar nuevas propuestas para aumentar el reciclaje». Sin duda la fracción con un mayor número de toneladas recogidas es la de residuos orgánicos, destacando aquí, otra vez Porreres y Maria (Sencelles el pasado año 2021 fue el primero en utilizar este sistema de bolsa roja). En este caso Ariany y Petra presentan buenos resultados pese a no tener la bolsa roja.

Los porcentajes en las fracciones de plásticos, papel o vidrio son más similares entre los distintos municipios. Sin duda la gran diferencia radica entre la recogida orgánica y el rebuig, los residuos no reciclables. Con la bolsa roja se demuestra que los vecinos van con más cuidado a la hora de tirar los restos orgánicos al rebuig. Y es que estas bolsas rojas, especificas para sacar los residuos no reciclables o las heces de gatos y perros, deben comprarse en cada ayuntamiento. Pese a la efectividad de utilizar este método previo de pago para sacar el rebuig la mayoría de ayuntamientos siguen sin optar por este sistema. Joan Cifre indica que en este caso «se trata de una decisión que debe tomar cada ayuntamiento. Los resultados de su uso son evidentes pero debe ser cada Consistorio, cada pueblo, el que se decida por utilizar este sistema de recogida del rebuig».