El convento de Ca ses Monges lleva cerrado más de dos décadas. | Elena Ballestero

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El Ajuntament de Llubí ha llegado a un acuerdo con las Hermanas Franciscanas para la compra del antiguo convento de esta congregación por un precio de 410.000 euros. Así lo ha confirmado la alcaldesa de Llubí, Magdalena Perelló, quien llevará el acuerdo a pleno el próximo día 26 con la intención de que la transacción llegue a buen puerto, tras las fallidas negociaciones para comprar el emblemático edificio acaecidas en 2014 y 2015.

«Ca ses Monges es un edificio emblemático y con un gran valor sentimental, pues está acreditado que los habitantes de Llubí participaron en su construcción; el inmueble se está deteriorando y además los precios inmobiliarios están subiendo, pensamos que es el momento de comprarlo», apunta Perelló. El convento de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, conocido como Ca ses Monges, fue construido en 1865, coincidiendo con las obras de ampliación de la iglesia parroquial de Sant Feliu. Buena parte del edificio fue construido por vecinos del municipio de manera altruista. El convento de Llubí lleva cerrado más de dos décadas.

A finales de los años 90 el Ajuntament mantenía alquilada una parte del edificio para albergar la guardería municipal. En 2014, ante el anuncio de la congregación religiosa de que existía una oferta de un particular dispuesto a comprar el edificio por 600.000 euros, el Ajuntament de Llubí trató de negociar su adquisición con una oferta de 312.000 euros, algo más de la mitad, dado que el edificio está catalogado para servicios y no puede tener otros usos, y ante la necesidad de hacer una profunda reforma. Pero las negociaciones no llegaron a buen puerto en ningún sentido, y finalmente, el convento cerró sus puertas con la partida de las últimas monjas, hacia el año 2000.

Mejor economía

Entre 2013 y 2014 el Ajuntament ya trató de comprar el convento. En 2015 y 2016 hubo nuevas negociaciones, también infructuosas. «En aquel momento la situación económica del Ajuntament no era la actual, teníamos que pagar un préstamo para construir la nueva Escoleta; pero luego llegaron subvenciones del Consell y de Educació para sufragar el centro infantil y en lugar de devolver el préstamo, vamos a aprovechar el remanente de tesorería para comprar Ca ses Monges», explica la alcaldesa. El equipo de gobierno ha planificado a medio y largo plazo el uso público de este edificio de 1.200 metros cuadrados construidos, que se debe dedicar a usos sociales y asistenciales.

El apunte

Los usos de Ca ses Monges se decidirán con un proceso participativo

El convento de las Franciscanas es un edificio de 1.200 metros cuadrados construidos, suficientemente grande para albergar distintos usos. El Ajuntament quiere que acoja un Centro de Día para dar servicio a los vecinos    de Llubí, pero también prevé convocar un proceso participativo para que sean los vecinos del municipio quienes decidan qué más puede albergar este emblemático espacio. «Ahora que ya tenemos la Escoleta nueva, ca ses Monges puede acoger desde un Centro de Día a una biblioteca o viviendas protegidas; dejaremos que los vecinos aporten sus ideas», apunta la alcaldesa.