Imagen del control del corte de tráfico de la carretera de la playa al faro de Formentor. | Elena Ballestero

TW
1

Desde este jueves, 1 de junio, dan inicio las restricciones de tráfico en la carretera de la península de Formentor. De esta manera, y hasta el próximo 30 de septiembre, la circulación de vehículos a motor a lo largo de los casi veinte kilómetros de la vía Ma-2210 queda limitada y se limitará a los residentes, transporte público, vehículos con autorización especial y de emergencias, además de a ciclistas.

Una medida con la que el departamento de Carreteras del Consell de Mallorca busca descongestionar de tráfico una de las zonas más reclamadas por los visitantes en temporada alta, con escenarios atractivos como el Mirador des Colomer, la playa de Formentor, Cala Figuera o el icónico faro en el que concluye la carretera afectada por una medida ya consolidada a lo largo de los últimos veranos.

Las restricciones se limitan a la franja que comprende entre las 10 y las 22:30 horas y su incumplimiento derivará en sanciones económicas para aquellos vehículos que transiten por la carretera de la península de Formentor sin la pertinente autorización, que deberá solicitarse con un margen de tres días en el siguiente correo electrónico: formentor@dgt.es.

Tramo final de la península de Formentor, con el faro en su extremo. Foto: Consell de Mallorca

tendrán derecho a acceder y solicitar su permiso los residentes en la zona o los vehículos que transporten a personas con movilidad reducida, estando también permitido el acceso a través del transporte público, gracias a la línea de autobus 334, que une Alcúdia con el Port de Pollença y Formentor. Hasta el tramo que llega a la playa podrán también llegar taxis, transporte discrecional o VTC. De la misma manera, podrán entrar en los tramos de restricción vehículos de emergencias, fuerzas de seguridad, servicios y de salvamento y sanitarios, al igual que ciclistas y excursionistas a pie.

No lo podrán hacer vehículos particulares, camiones y motos sin autorización, que se exponen a multas en caso de saltarse las restricciones, que se concentran durante los meses de verano, cuando mayor volumen de visitantes busca conocer un rincón que ha vivido una saturación por el exceso de vehículos, el extremo norte de la Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.