El concejal Antoni Simó Tomàs y el exalcalde Llorenç Gelabert, presentaron en abril las mejoras de nuevo servicio de recogida de residuos, que será puerta a puerta con reciclaje. | J. ROIG

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Justo cuando se cumple un año de la gran huelga en la recogida de basuras que llenó de residuos el casco urbano de sa Pobla y de Alcúdia en pleno verano, un nuevo parón amenaza con devolver aquella imagen a las calles pobleres. Los trabajadores de la concesionaria FCC Lumsa han convocado una huelga indefinida a partir del 23 de julio en protesta por «la falta de maquinaria y de medios para desarrollar su labor y cobrar un salario indigno para el servicio que prestan a los contribuyentes de sa Pobla», apunta la Federación CCOO Hábitat.

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El sindicato culpa al Ajuntament de sa Pobla de retrasar la puesta en marcha de una nueva contrata para gestionar el servicio, algo que implicará directamente un aumento del 40 por ciento en el salario de los trabajadores para adaptarlo al convenio autonómico aprobado en marzo de 2022 con la mediación del anterior Govern. A la vez significará la adquisición de nueva maquinaria, básicamente camiones nuevos y mejor equipados, por parte del futuro concesionario.

El Ajuntament de sa Pobla adjudicó en abril la recogida de basuras a la empresa Urban, pero Lumsa, que quedó en segundo lugar en el concurso, presentó un recurso. «Hace tan solo unos días el tribunal nos ha dado la razón, y podremos seguir adelante con la adjudicación del servicio a Urban, pero esta nueva concesionaria tiene dificultades para encontrar camiones en temporada alta debido a la crisis de suministros que se vive a escala mundia», apunta el concejal del área, Antoni Simó Tomàs.