El perfil joven del turista de Magaluf, que descansa por el día para salir por la noche, podría explicar en parte la escasa presencia de bañistas, al igual que la querencia que tienen los británicos por disfrutar de la piscina del hotel, mojito en mano. A todo ello se le han sumado durante los dos últimos años las excursiones etílicas que los jóvenes realizan en autocar hasta Palma, donde toman parte en unas ‘party boats' prohibidas en Magaluf por la Ley de Excesos y que no han sido erradicadas, sino únicamente trasladadas.
Subrayan los empresarios de la zona que la situación en la playa ha tocado fondo este verano. Hasta el punto de que, como explica desde el Oceans uno de sus socios, Juanma Colom, los hamaqueros ya ni se molestan en desapilar todas las tumbonas existentes, conscientes de que la mayoría de ellas van a quedar vacías.
La realidad algo desangelada de ese arenal de Magaluf contrasta, además, con el buen comportamiento del que disfrutan los hoteles de la zona, con elevadas ocupaciones que en ningún caso bajan del 80 %. Frente a ello, la nula actividad playera preocupa al creciente número de negocios situados en primera línea, algunos de los cuales han abierto sus puertas este mismo verano, con una respuesta, cuanto menos, «desigual».
Ahora, el Ajuntament trabaja ya en algunas medidas que permitan incrementar la llegada de familias a Magaluf. De turistas, pero también de residentes. En este sentido, la teniente de alcalde de Turismo, Elisa Monserrat, se comprometía ayer mismo con algunos de los empresarios de la zona a implementar «a la mayor brevedad» una extensa red señalítica que anime a los residentes a acercarse hasta una playa todavía desconocida para muchos mallorquines.
La responsable municipal espera contar con la colaboración de hoteleros y empresarios para consensuar los puntos en los que se debe incorporar cartelería que ‘acerque' la playa a los desconocidos parkings de Magaluf.
Multiplicando la información –ahora inexistente– sobre zonas de aparcamiento y sobre los múltiples accesos a la playa, se debe lograr que los visitantes conozcan mejor el entorno y, de esta forma, «pierdan el miedo» a visitar una playa que cuenta, sin vehículos de por medio, con restaurantes de todo tipo y nuevos ‘beach clubs' en los que desayunar, comer y cenar. Para más adelante, también se han entablado ya negociaciones con las partes implicadas a fin de que Magaluf pueda crear una oferta lúdica y cultural en el mes de diciembre. Se trataría de extender durante más meses el uso del recinto del Mallorca Live, además de otras iniciativas todavía por desarrollar para potenciar la zona.
12 comentarios
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Hay que adaptarse a la oferta/demanda, se deberían poner las hamacas por la noche y cobrar un recargo, seguro que harían negocio.
La playa de Magaluf es la mejor playa urbana que tiene Calvià.
Gengis KanEl oceans es un lujo, se come de cine, no es barato pero es que no puede serlo si quieres comer bien. Volveremos
Som i SeremMillor reconvertirlos en hotels minim 4estrellas i fora baretos baratos de pakistanies o irlandesos, i discos pub, tot aixo fora, i de paso que enjeguin un parell de funcionaris
El turismo de magaluf y el arenal... Lo mejor de la isla!!!!
Que lo paguen los hoteleros que gente de mallorca ves poca ahí
La imagen de la foto de la noticia es una aberración en sí. Resulta que se tiran los chiringuitos al suelo siendo estos un lugar donde poder tomar un agua o una cerveza fresquita y, sin embargo, pueden inundar toda la playa de sombrillas y hamacas de pago. DE VERGÜENZA!!!!
Es la playa con mas vida nocturna de mallorca. Decenas de parejas dando suelta al amor en las hamacas, mientras otros duermen la mona en ellas y otros tantos reptando por la arena para robar. El agua esta bien calentita de todos los que miccionan en ella durante toda la noche. Y durante el dia tienes la visita de las gaviotas que no dudaran en intentar llevarte la bolsa de playa si tiene comida dentro.
Quizá lo que falta, o mejor dicho, lo que sobra en esa playa, es la masificación hotelera e urbanística que tiene detrás. Sin duda alguna, un paraíso perdido que jamás se volverá a recuperar para disfrute de los mallorquines.
Tomar els hotels de primera línea és la millor opció