imagen de la tapa de inodoro que se ha instalado en el Coll de Sóller. | F.F.

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La cima del Coll de Sóller es una caja de sorpresas. Si semanas atrás, un cartel instalado por un hostelero de la zona invitaba a los ciclistas y excursionistas a no hacer sus necesidades en el mirador y en las proximidades de su establecimiento, a muchos de los que transitan por ese puerto de montaña les ha llamado la atención otro hito que forma parte del paisaje de ese rincón de la Serra de Tramuntana.

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Aferrado a un poste de madera se ha colocado la tapa de un inodoro. Sobre ella, la inscripción WC y una flecha que señala el camino hacia una zona boscosa próxima a uno de los dos restaurantes ubicados en el Coll de Sóller. Vecinos y habituales de la zona han mostrado su sorpresa ante la presencia de este objeto, asociándolo a la presencia especialmente de cicloturistas que, en muchas ocasiones, hacen sus necesidades en el campo.

El ser una zona de alto tránsito de ciclistas, especialmente en los meses de primavera y una vez finalizado el verano, ha hecho que la suciedad y los malor olores formen parte también, de forma involuntaria, del paisaje del Coll de Sóller, donde una tapa de inodoro luce llamativa, provocando que alguno incluso hasta la inmortalice y se haga algún que otro selfi junto a ella.