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Lo que fue una jornada de alegría y orgullo durante el Dijous Bo, en la que mostrar el trabajo que realizan los ganaderos de Inca y de la comarca del Raiguer, se convirtió en una pesadilla en la noche del lunes al martes cuando dos perros sueltos atacaron y mataron diversas ovejas de un rebaño que había participado en la muestra de animales de la considerada como gran feria de Mallorca.

Los canes, un dóberman y un pastor alemán, huyeron de una finca cercana a la zona de Son Frare donde estaban sueltos y se adentraron en el terreno donde descansaba el rebaño de ovejas. En el ataque ya mataron algunos de los animales y dejaron malheridos a otros siete, «por lo que ya no hay nada que hacer», explica el veterinario Tolo Palou, que también es el coordinador de la muestra de animales que se celebra durante el Dijous Bo en la plaza del Bestiar.

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Según relata Palou, «el pasado jueves llevamos estas ovejas y otros animales a la muestra para acercar la vida del campo a la ciudad y a los pocos días nos encontramos con este suceso que, lamentablemente, sigue siendo muy frecuente». El veterinario achaca el problema «a la poca consideración que tienen muchos nuevos residentes en fora vila que proceden de zonas urbanas y que no tienen ningún cuidado a la hora de controlar a sus perros. No entienden que la convivencia con el mundo agrícola es muy delicada y que los códigos que sirven en una ciudad no funcionan en el ámbito rural».

Aún así, Tolo Palou resalta que «en este caso se ha producido una excepcionalidad, que ha sido capturar a los perros que han atacado a las ovejas y, al menos, poder localizar a su propietario». Uno de los canes contaba con el chip identificativo, mientras que el otro no lo llevaba.

A partir de ahora el ganadero afectado «sufrirá una maraña burocrática entre notificar a Natura Parc, solicitar a la policía que contacte con el propietario, reclamar al seguro, pedir indemnización al Govern,... Aún así, quiero animar a todos los payeses a que no desfallezcan en sus reclamaciones», concluye Palou.