Esta finca —que antiguamente era una mina de lignito— tiene ahora cuatro edificaciones aisladas. | TRIP.COM

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En Alaró, la finca conocida como Ses Mines se encuentra en el centro de la atención. El hecho es que la propiedad ha solicitado a la Conselleria de Territori convertir las villas turísticas existentes —que se hicieron de manera ilegal hace años— en un agroturismo para así regularizar las edificaciones.
Esta finca —que antiguamente era una explotación minera de lignito— tiene ahora cuatro edificaciones aisladas de planta baja, que se prevé se transformen en cinco unidades de alojamiento con un total de 36 plazas.

La superficie total construida a legalizar y modificar para cambio de uso es de 642,80 metros cuadrados y el proyecto prevé obras de redistribución y mejora de las instalaciones interiores, aún manteniendo la volumetría y estructura existente, sin afectar a las superficies construidas.
Además de las modificaciones en las edificaciones, se planea realizar trabajos de demolición de dos piscinas, una caseta, que es utilizada como trastero, y algunas áreas pavimentadas con césped, con el objetivo de devolver el terreno a su estado natural.

El proyecto presentado por la propiedad, deberá someterse a evaluación de impacto ambiental ya que «el número de plazas que supone este proyecto (36) y la acumulación de otros proyectos de agroturismos, la utilización de recursos naturales y la generación de residuos hacen que por las características del proyecto se tenga que realizar un análisis más exhaustivo», detalla la resolución de la directora general de Coordinació i Harmonització Urbanística, Maria Paz Andrade.

La misma resolución señala que para ser aceptado como agroturismo debería mantenerse la actividad agraria «de forma prioritaria mientras dure la actividad turística». Para constatar que esta actividad agraria se mantiene, Territori obliga a la propiedad a redactar una memoria agronómica detallada donde se demuestre que se podrá seguir haciendo la explotación de los cultivos y del ganado.

Asimismo, la Conselleria obliga a actualizar y adaptar el proyecto a la normativa vigente, así como a obtener el visto bueno del Servei de Reforma i Desenvolupament Agrari respecto de la actividad agraria contemplada. Esta parcela, donde hasta ahora había chalés turísticos y que está calificada como Suelo Rústico de Régimen General, está inscrita en el registro de explotaciones agrarias como cultivo de almendro y olivo.

Aunque hace años que este complejo se reconvirtió en chalets de forma ilegal, estos han sido comercializados como Villa Ses Mines en varios portales de oferta vacacional. A pesar de continuar anunciada en distintos portales de internet, actualmente, ninguna de estas páginas permite hacer una reserva y marca todas las fechas como «habitaciones no disponibles».