Un vehículo de la línea 204 del TIB, cargando viajeros en Sóller. | Setmanari Sóller

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Sóller y el Port de Sóller son dos lugares de paso obligado para los turistas que pasan por Mallorca durante el año. Y el transporte público se ha convertido en una alternativa popular para los visitantes, aunque su elevada cifra se suma a la de los residentes y los usuarios habituales, que pese al refuerzo de la línea de autobús regular del TIB entre Palma y la capital de la Vall (204), se ven perjudicados por ese incremento en el número de pasajeros.

Especialmente, en sentido de regreso a Palma, cuando en numerosas ocasiones y en horas punta, los autobuses completan su aforo, dejando en tierra a vecinos de las zonas de Bunyola, Palmanyola o Son Sardina, que deben esperar al siguiente autobús o buscar una alternativa en la línea que une Palma con Bunyola (205) o, andando poco más de un kilómetro, la que conecta la capital con el Hospital Joan March (303).

La línea 204 del TIB cuenta con frecuencias cada 30 minutos, dada la elevada tasa de usuarios que registra, aunque en determinados momentos y franjas horarias, y más en la temporada alta, se dispara el número de pasajeros que eligen esta alternativa para llegar a una localidad marcada en rojo en el mapa de la saturación en Mallorca.