Tauler, en el banquillo de los acusados durante la primera sesión del juicio.

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Arranque sin sobresaltos. El juicio por el supuesto amaño del concurso de la concesión de las playas en Felantix se inició sin acuerdos de última hora y con el exalcalde, Gabriel Tauler, negando cualquier delito. El que era en 2012 el primer edil defendió el contrato que se firmó entonces y el cambio en el modelo de adjudicación que, según declaró es el mismo que se sigue ahora mismo: «Hasta el momento todas las playas eran deficitarias. Ahora, el ayuntamiento ha empezado a tener superávit en la explotación de playas y el servicio ha mejorado mucho».

El alcalde niega la versión acusatoria. Fiscalía, que reclama para él una condena de dos años de cárcel, considera que el cambio en el modelo concurso tuvo como objeto predeterminar la empresa ganadora. Para ello se recurrió a un asesor externo al Ajuntament para que eleborara los pliegos y más tarde se habría filtrado con más tiempo a la empresa adjudicataria, cuyos responsables también están en el banquillo de los acusados.

Tauler sostuvo que se recurrió al técnico porque ya había trabajado en Pollença y allí había conseguido mejorar la gestión de las playas y negó un pacto previo para el amaño. Negó que tuviera una relación estrecha con el empresario acusado al que, dijo, solo conocía del pueblo. También indicó que se actuó desde el Ajuntament ante las quejas que habían manifestado otros de los aspirantes al concurso.

Además del alcalde, en la primera sesión también declaró el entonces concejal de Playas, Juan Ramón Vidal. Al igual que Tauler, solo respondió a preguntas de su defensa y no a las acusaciones particulares ni a la Fiscalía. La versión de ambos fue idéntica sobre la génesis del contrato y los problemas que existían con la concesión al licitarse cada uno de los arenales por separado. Vidal, señaló que se optó por hacer lotes para aumentar la rentabilidad para el Ajuntament.

El exconcejal negó uno de los episodios estrella de la causa: su supuesta confesión en un bar de Campos, después de consumir una buena cantidad de alcohol. «Eso es mentira», dijo en la sesión del juicio sobre este indicio. El resto de los acusados declararán mañana.