Imagen de Banyalbufar | Francesca Marí

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La Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías, Restauración Mallorca (CAEB) y la Federació Empresarial de Restauració de les Illes Balears han denunciado este martes la situación que vive Banyalbufar con los cortes de agua. Creen que los ingresos de los negocios locales caerán en picado y solicitan «ayudas urgentes» al Govern. Además, afirman que toda la Serra de Tramuntana se verá afectada por esta problemática.

«Desde Restauración CAEB queremos expresarles todo nuestro apoyo y buscar soluciones para paliar los efectos negativos de la sequía». Tanto CAEB como FERIB han manifestado su preocupación por los bares y restaurantes de Banyalbufar y han remarcado que la situación también impacta negativamente en los habitantes del municipio. Reclaman que las administraciones actúen «antes de que las pérdidas obliguen a cerrar a los establecimientos».

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Las dos asociaciones han comentado que es el peor momento posible para sufrir una crisis de estas dimensiones y lamentan como puede repercutir en el estatus de Mallorca. «Es una situación lamentable en plena temporada, que no solo daña la imagen de la isla, sino que también representa un perjuicio económico tanto para los restauradores como para los residentes de la zona».

Tampoco entienden «por qué los fondos con la ecotasa no se están utilizando para proporcionar ayuda económica o para financiar camiones cisterna con agua desalada» con el fin de reducir las consecuencias de la sequía en Banyalbufar y otros territorios de Baleares. Por otra parte, han querido reconocer la labor del consistorio municipal, que no han podido revertir la situación por el bajo presupuesto actual con el que cuentan.

Los cortes intermitentes de agua se llevarán a cabo a partir del el 15 de julio. Entre las 23:00 y las 16:00 horas, los vecinos se quedarán sin agua potable, «es decir, durante 17 horas al día, lo que supone un perjuicio grave para toda la comunidad». Estos nuevos cortes se suman a las medidas que entraron en vigor en mayo, entre ellas, la restricción de consumo a 75 litros por día para cada habitante. Además, el inicio del verano no ha hecho más que incrementar el problema y la población ha aumentado, algo que es habitual durante esta época del año.