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El Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) estudia demandar por daños y perjuicios al Ajuntament de Puigpunyent y al arquitecto proyectista de una promoción de seis viviendas de protección oficial en Ses Veles cuyas obras tuvieron que paralizarse por incumplir la normativa municipal, a pesar de haber obtenido la licencia del ayuntamiento. El Ibavi lamenta que este proyecto ha supuesto un sobrecoste de 267.643 euros, cuando su presupuesto inicial era de 669.984 euros, y que las obras se han prolongado durante 26 meses, mientras que el contrato inicial las fijaba en 15 meses. Fuentes del Ibavi resaltan que «este es uno de los ejemplos de retrasos y sobrecostes por errores y problemas en la construcción de las promociones planteadas en la anterior legislatura y que se han producido por circunstancias totalmente ajenas al actual Govern o al Ibavi».

La previsión actual es que, una vez resueltos todos los problemas que presenta la obra y revisados todos los criterios técnicos, las viviendas puedan ser adjudicadas y que su entrega pueda llevarse a cabo después del verano, previsiblemente en octubre. En este sentido, también se denuncia el impacto en el interés público, al dejar de percibir los once meses de alquiler de las seis viviendas que se hubieran abonado en caso de cumplirse los plazos.

El principal escollo durante el desarrollo de las obras que comenzaron en abril de 2022 se produjo en junio de 2023. A través de un requerimiento municipal promovido por una denuncia vecinal se detectó que la cubierta proyectada y ya ejecutada no cumplía con la pendiente máxima permitida por la normativa local, pese a la autorización que el Ajuntament dio mediante la licencia concedida.
Tras la suspensión de la obra se tuvo que redactar la modificación del proyecto y, tras obtener la aprobación municipal, se reanudaron los trabajos. Otra incidencia que se ha producido ha sido un problema del enfoscado con barro y paja que provocó diversas filtraciones de agua por lluvia en diferentes paredes del edificio.

Además, a principios de este mes se detectó otro defecto de ejecución en la inspección que realizó la dirección general de Vivienda. La altura de las barandillas no cumple con el Código Técnico de la Edificación y deberán ser desmontadas y sustituidas en su totalidad. El Ibavi lo imputa «a la deficiente dirección de obra arquitectónica».