En total la asociación medio ambiental ha organizado cuatro jornadas de limpieza. | Redacción Part Forana

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La costa de Mallorca está hoy un poco más limpia. Más de 90 sacas de 100 litros es el resultado de las jornadas de limpieza de residuos que ha organizado el Grup d’Amics del Medi Ambient (Gadma) durante el julio y agosto en la costa de la Isla. Si bien la primera jornada se centró en la costa de Son Serra de Marina, la de ayer fue la última de las cuatro acciones realizadas esta campaña estival y se centró entre el Far Cap Salines y Cala Màrmols.

«El resultado es que hemos convertido la costa en un vertedero de basuras», lamentaba ayer el portavoz del grupo ecologista, Bernat Fiol.

Durante la jornada de ayer -que se desarrolló por la mañana- participaron unos veinte voluntarios y recogieron además de restos de plásticos y botellas, gran cantidad de cuerdas que habían quedado ancladas en las rocas «lo que supone un peligro para la fauna marina y también las aves», recalcó. La preservación del entorno es el principal objetivo de esta entidad que no escatima esfuerzos en la limpieza de torrentes y la costa.

Las otras actuaciones de limpieza se centraron en es Caragol y entre la costa de Alcúdia y el Port de Pollença. «Cabe señalar que hace dos años en la zona de Cala Màrmols encontramos muchos residuos y, esta vez, no había tantos», destaca Fiol mientras recuerda que lo que ha sorprendido a los voluntarios de la limpieza de ayer fue principalmente los restos de embarcaciones y ropa de las pateras que llegan, así como gran cantidad de cuerdas. Aunque el gran problema que sufre tanto la costa como el mar son los microplásticos.

«En Son Serra realizamos una gran batida para quitar parte de los microplásticos así como el poliespan, que también tarde años en degradarse», añade Fiol. Desde la entidad ecologista recuerdan la importancia del trabajo de concienciación para mantener la costa limpia de residuos, lo que supone mejorar la imagen del entorno y de la fauna que habita. Fiol destaca, en especial, las zonas de costa donde hay desembocaduras de torrentes y torrentons que se han convertido en «grandes acequias de basuras», lamenta.