Instante de la firma del protocolo. De izquierda a derecha: Miquel Porquer, alcalde de Muro; Juan Manuel Lafuente, conseller de la Mar i del Cicle del Aigua; Joan Calafat, director general de Recursos Hídrics, y Joan Monjo, alcalde de Santa Margalida. | Juanjo Roig

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El Govern y los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida han firmado este marte ayer un protocolo general de actuación que pretende desencallar la construcción de la reivindicada depuradora que dé servicio a los dos municipios. Se trata de un documento previo a la firma del futuro convenio entre instituciones y también un instrumento que permitirá al Govern presentar el acuerdo este miércoles en el Ministerio por la Transición Ecológica y Reto Demográfico para que continúe con la redacción del proyecto y su tramitación.

El conseller Juan Manuel Lafuente ha calificado la firma del protocolo como un «acuerdo histórico» porque «después de más de 25 años de incertidumbre y dificultades hemos alcanzado un acuerdo que solucionará los problemas de saneamiento de la zona y contribuirá a la protección de nuestro entorno natural». Lafuente ha agradecido «la colaboración de las partes implicadas, en especial de los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida». Aunque el protocolo no determina la ubicación de la futura depuradora y tampoco los plazos de ejecución, ambos alcaldes han coincidido en resaltar que se ejecutará solo una estación depuradora que dará servicio a ambos municipios y que tendrá un coste aproximado de unos 38,8 millones de euros.

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El alcalde de Muro, Miquel Porquer, ha valorado el acuerdo insistiendo en la necesidad «de dar solución a la actual depuradora de la Platja de Muro, que trata las aguas residuales de Can Picafort y de Muro». Se trata de una instalación obsoleta, sobrepasada y que este verano ha vuelto a dar muchos problemas.

El conseller Lafuente ha recalcado que el efluente de la nueva planta «se destinará a tres objetivos prioritarios como su reutilización agrícola, urbana y medioambiental». La opción desarrollada por el Ministerio contempla la retirada de la depuradora existente, ubicada en una zona inundable del ámbito de protección del Parc Natural de s’Albufera, y que la nueva planta sea un recurso hídrico en el proceso de recuperación de este parque natural. Por su parte, el alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, se ha referido «a las ventajas económicas y medioambientales que supone construir una sola depuradora para los dos municipios. En caso de haber optado por dos plantas, los costes hubieran superado los 48 millones de euros».

Desde la Conselleria han insistido además en que los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida ejercerán un papel clave en la tramitación de los permisos y las licencias urbanísticas necesarias, así como en la coordinación de las obras y la integración de las redes de aguas residuales municipales en la nueva instalación. Por otra parte, ambos consistorios se han comprometido en el protocolo firmado a «liderar iniciativas de sensibilización entre la población local sobre la importancia del proyecto para la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la comunidad».