El monasterio de Bellpuig abre su historia a la ciudadanía

El presidente del Consell, Llorenç Galmés, ha visitado el monasterio, junto con la vicepresidenta, Antònia Roca y las autoridades locales encabezadas por el alcalde Manolo Galán, para presentar el nuevo proyecto de interpretación con cinco paneles informativos y códigos QR para que los visitantes puedan conocer en profundidad toda la historia y las distintas partes que lo integran.

Así lo ha destacado Galmés que ha expuesto que «hace un año que la institución insular trabaja para poner este espacio patrimonial al alcance de la ciudadanía». Se trata de cinco paneles informativos y códigos QR que hacen referencia a las distintas áreas del monasterio: el camino de Bellpuig, la entrada al antiguo priorato, la iglesia de Santa Maria de Bellpuig, el edificio este, el edificio norte y el patio.

El presidente del Consell ha anunciado que «la siguiente meta que queremos alcanzar es establecer las visitas guiadas». Desde hace años se llevan a cabo actuaciones de rehabilitación del conjunto patrimonial. En 2018 el Servei de Patrimoni del Consell empezó a ejecutar con medios propios la consolidación de los muros de las tres primeras dependencias. En 2023 se inició y se llevó a cabo la consolidación de los muros de la cuarta y ultima estancia del conjunto así como la restauración de las cubiertas.

Por su parte desde el Ajuntament, el alcalde ha agradecido la puesta en marcha de esta nueva fase informativa que permitirá conocer un poco más la importancia del conjunto. «Estamos muy satisfechos de que el proyecto siga adelante. Se ha acabado una fase empezada en la legislatura pasada. Nos gustaría poder garantizar el acceso universal a toda la ciudadanía. Queda mucho por hacer por lo que instamos a que se siga trabajando para proteger este bien patrimonial».

El monasterio es propiedad del Consell desde el año 2000. Bellpuig es una de las pocas iglesias de repoblación que quedan en Mallorca, en manos públicas y además está en un espacio con grandes valores naturales. En 2012 se declaró Bien de Interés Cultural (BIC) este conjunto con la categoría de monumento destacando los valores arqueológicos de la zona.