Numeroso público se ha dado cita en las calles de Inca este jueves para disfrutar de un Dijous Bo que ha arrancado algo frío pero que ha remontado a lo largo de la jornada. | Pere Bota

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«Estamos encantados de tener a miles de personas en Inca. Somos un pueblo de acogida, que abre sus puertas para demostrar que en estos días tan especiales, y también durante todo el año, es una ciudad comprometida y con muchos valores». Estas palabras del alcalde Virgilio Moreno durante la recepción de las autoridades frente al Ajuntament hubieran pasado desapercibidas en otra edición del Dijous Bo, pero tras la polémica entre el Consell y el Gobierno por la cesión del polvorín de Inca para crear un centro de primera acogida de menores extranjeros no acompañados, cobraron toda su fuerza. Lo cierto es que este jueves por la mañana no se vivió la tensión del miércoles, tras la inauguración del Dijous Bo, con un breve rifirrafe entre el presidente del Consell, Llorenç Galmés, y el delegado de Gobierno, Alfonso Rodríguez, además del alcalde de Inca.

El exterior del Ajuntament volvió a ser el escenario para la foto de las autoridades. Además de la corporación municipal, acudieron al Dijous Bo la presidenta del Govern, Marga Prohens; el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne; el delegado de Gobierno, Alfonso Rodríguez, y el conseller d’Agricultura, Pesca y Medi Natural, Joan Simonet. Todos los partidos sumaron presencia y también acudieron representantes de los cuerpos de seguridad y de Defensa, como el Comandante General de Baleares, Fernando Luis Gracia Herreiz. También participaron alcaldes de municipios como Pollença, Felanitx, Lloseta, Campanet o Selva, entre otros.

Inca acoge un Dijous Bo tranquilo y sin saturación

Después de la revetla del miércoles que volvió a ser multitudinaria, la jornada de este jueves comenzó un tanto fría, tanto en temperatura como en asistencia de público. Quizá la amenaza de lluvias, que no hizo acto de aparición en todo el día, provocó ciertas reticencias.

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Aún así, pasado el mediodía las calles del centro volvieron a registrar las aglomeraciones de cada Dijous Bo y los puestos donde se vendía comida iban llenándose. Por la tarde, la feria volvió a animarse y muchas familias aprovecharon para dar un paseo y disfrutar de un evento que este año ha contado con más de trescientos expositores y ocho kilómetros lineales de muestra.

Dos de las principales novedades de este año se han concentrado en la zona de la plaza de Santa Maria la Major. Los visitantes encontraron este jueves una muestra del mercado semanal que cada jueves en Inca, con venta de productos agroalimentarios frescos, muchos de ellos locales. La intención del Ajuntament d’Inca es la de promocionar este mercado y a los vendedores fieles que cada jueves acuden a su cita en la capital del Raiguer.

A escasos metros, en la Plaça de l’Orgue se encontraba estacionado el bus del Banc de Sang i Teixits de Balears. Este año habían lanzado un reto para lograr cien donaciones durante el Dimecres Bo y el Dijous Bo. En la jornada del miércoles fueron 24 los voluntarios los que se acercaron al bus y 17 de ellos pudieron donar sangre. El vehículo estuvo este jueves estacionado de las 10 a las 20 horas y se iba sucediendo el paso de voluntarios.

El Ajuntament d’Inca ha dedicado esta edición del Dijous Bo 2024 «al pueblo hermano de Valencia y a las familias damnificadas de Castilla-La Mancha y Andalucía que han sufrido los efectos de la DANA», según resaltó el alcalde tanto en la inauguración del miércoles como en la recepción de autoridades de este jueves.